Un plan para lograr una mayor inclusión de las personas dependientes en Barakaldo
El proyecto pionero hará un análisis para identificar barreras arquitectónicas y sondeos que conciencien sobre las familias con necesidades especiales
Diana Martínez
Barakaldo
Viernes, 15 de septiembre 2023, 13:56
¿Puede Barakaldo ser una ciudad más inclusiva? Ese es el principal objetivo del proyecto impulsado por Bitar-Bask y la asociación Lagundu Nee Euskadi para «facilitar la inclusión, la convivencia y la accesibilidad». Se trata de una iniciativa piloto, aprobada en pleno en la localidad fabril y con vistas de ampliarlo a otros municipios vascos, que pretende ayudar a las familias con necesidades especiales para que puedan vivir «tranquilos y sin miedo», afirma a este diario Raquel García, presidenta de Lagundu y que ha sufrido en sus carnes el desamparo de la sociedad. Su hija Irati, de 11 años, sufre de autismo severo con trastornos de conducta muy grave de la alimentación y del sueño, movilidad reducida y el máximo grado de dependencia. «92 puntos sobre 100». «Cuando te dan un diagnóstico es un golpe, y ahí nos dejan, no hay apoyo psicológico», lamenta.
Las personas con dependencia se enfrentan a varios problemas en su día a día fuera de sus propias patologías. «El miedo a salir a la calle, rechazo social, el cómo los demás conocen y tratan las discapacidades... Te miran raro, te excluyen y no puedes participar. Sientes que molestas», expresa. Quienes están postrados a una silla de ruedas, por ejemplo, no pueden entrar a ciertos establecimientos por falta de accesibilidad o el espacio en las terrazas a veces no es muy grande y «no pueden pasar. Ni tampoco participar en actividades de fiestas y eventos». Razón por la que hay quienes no salen a la calle porque «no son capaces de sufrir las miradas, es muy triste la soledad», remarca. «Incluso personas de 50 años han insultado a mi niña por la calle cuando tenía una crisis», recuerda apenada su madre.
Por ello hay que «crear una conciencia social», apunta García. El proyecto pretende estudiar las necesidades de las familias y velar por que no se queden excluidos –en los colegios, udalekus, eventos sociales...–. La idea es trabajar por barrios, analizando la situación viaria en cuanto a accesibilidad y mediante encuestas para conocer «qué sabe la gente de la discapacidad, cómo actuar, evitar los prejuicios y concienciar». También se tratará la cuestión con la hostelería y los comercios. «Cuánta gente acude, cómo, por qué otros no acuden...».
Aplicar alternativas
Se trabajará también con las familias afectadas para que «puedan salir a la calle y visibilizarse, no esconderse, porque nuestros hijos tienen todo el derecho del mundo», recalca la presidenta de Lagundu. Asimismo, se prevé formar a los trabajadores sociales. «La experiencia la tenemos las familias, y o lo vives o no sabes cómo actuar de la mejor forma», añade.
El diagnóstico, que pretende hacer ver la realidad de las personas dependientes, servirá para aplicar alternativas que favorezcan la inclusión de estas familias. «Que puedan salir a la calle sin vergüenza y sin miedo. Sé que la pobre Irati es carne de cañón, no va a poder estar tan incluida en la sociedad, pero otras familias con menos grado de dependencia sí pueden. Para ellos es este proyecto», afirma García. La iniciativa, que iniciará el diagnóstico este mes en Barakaldo, se llevará en noviembre a pleno en Balmaseda para su aprobación. «Es un trabajo difícil, pero si se consigue ayudar a alguien habrá valido la pena».