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«A mí me ha tocado reciclarme constantemente», advierte Aldasoro.

Cuatro décadas alzando la voz del Ayuntamiento de Barakaldo

El Consistorio se despide de Félix Aldasoro, responsable de megafonía y uno de sus trabajadores más antiguos

sergio llamas

Lunes, 23 de mayo 2016, 13:21

barakaldo. De usar antiguas bocinas tubulares de aluminio, a emplear modernos equipos de sonido y buffers de alta calidad. De manejar anticuados proyectores que funcionaban por goteo de aceite, a retransmitir sesiones del Pleno municipal vía on line. Después de cuatro décadas, Félix Aldasoro dejó de pertenecer oficialmente este lunes a la plantilla del Ayuntamiento de Barakaldo. Uno de los trabajadores más antiguos del Consistorio, él ha conformado durante todos estos años, y junto a Juan José López, el área de megafonía, por lo que ha tenido que llevar la voz del Consistorio hasta los vecinos, a veces incluso de manera literal. «Alguna vez nos ha tocado conducir un Land Rover para ir anunciando cortes de agua en tal o cual barrio, y cuando venía un temporal avisar para que la gente no dejara basura junto a los contenedores. Nos ha tocado hacer de todo. Casi como pregoneros», compara Félix.

Él se incorporó al Ayuntamiento de Barakaldo el 1 de marzo de 1975. Para entonces llevaba ya algunos años trabajando en un taller del barrio de Rontegi, reparando televisores, tocadiscos y casetes de cinta magnetofónica. Al entrar en el Consistorio, se tuvo que hacer cargo de las instalaciones de sonido en los colegios municipales, de las actuaciones durante las fiestas e incluso de la proyección de películas. «Usábamos unas máquinas francesas de 16 milímetros que utilizaban aceite en su mecanismo. Funcionaban gota a gota», rememora. El propio Ayuntamiento elegía las cintas que se veían sobre una pantalla instalada en la antigua Rana, el quiosco que desapareció con la transformación de la Herriko Plaza. «Una de las que más recuerdo es El jovencito Frankenstein (1974)», añade el trabajador, que también se encargaba de colocar los micrófonos para las actuaciones de los grupos de danza y trikitixa.

Junto a Juan José, Félix ha llevado el sonido a actos como la Cabalgata de Reyes, precediendo la comitiva desde un coche con villancicos, hasta los campeonatos de perros de pastor que se organizaban hace años en la campa de Largatxa. Décadas atrás, cuando era más frecuente la colaboración con otros ayuntamientos, también se encargaron de colocar los altavoces para que la gente pudiera seguir las regatas de traineras de Portugalete desde ambas orillas.

Con todo, sus primeros años de trabajo estuvieron marcados por los mítines políticos que eclosionaron tras el final de la dictadura. «Gracias a Dios nunca hemos tenido ningún problema. En el Ayuntamiento siempre hemos tenido todos los partidos políticos y ha habido muy buena armonía con todos ellos», celebra Félix.

Ocho alcaldes

A él le ha tocado asegurarse de que se escuchara bien a todos los alcaldes de la democracia, desde la actual regidora nacionalista, Amaia del Campo, hasta sus predecesores los socialistas Alfonso García, Tontxu Rodríguez, Carlos Pera y Jesús María Rodríguez Orrantia, o el primer regidor demócrata, el jeltzale Jesús María Sagastagoitia. También al alcalde franquista Luis Alfonso Caño. «A todos les he puesto el micrófono», rememora Félix. No solo a ellos. La voz del actual lehendakari, Iñigo Urkullu, también estuvo en sus manos. Fue cuando Urkullu formaba parte de la comisión de fiestas del entonces barrio de Alonsotegi, ya que todavía no se había desanexionado de Barakaldo. Él ahora presidente del Gobierno vasco estaba encargado de oficiar el pregón.

«A mí me ha tocado reciclarme constantemente», explica el trabajador, que ha tenido que realizar por su cuenta cursos de electrónica digital, informática, sonido en directo, estudios de grabación Y es que desde que comenzaron a grabarse los plenos en un magnetofón, allá por el año 1979, hasta la actualidad que se transmiten en directo por internet, los cambios no han dejado de sucederse.

También en lo laboral. «Ahora ya no se hacen funcionarios. No se convocan plazas, va todo por bolsas de trabajo», señala Félix, cuyo departamento llegó a contar con tres personas, de las que tras su marcha ya sólo queda una, Juan José López, en plantilla desde 1973. Él entró con 15 años y conoció a varios compañeros que se incorporaron al Ayuntamiento con 14.

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