Más de 1.200 firmas para exigir el fin del pitido de la fábrica química de Barakaldo
Además de la recogida los vecinos afectados pedirán al Ayuntamiento en el pleno paralizar la actividad de Oxinorte hasta lograr una solución
La «tortura» de los vecinos de Lutxana cumple mañana un mes. Fue el pasado 25 de agosto cuando comenzó a escucharse el pitido procedente de la fábrica química Oxinorte que no ha cesado desde entonces, y que solo se ha dejado de escuchar en las paradas momentáneas que la empresa ha realizado para dar «un respiro» a los residentes de las cercanías de la planta y para aprovechar y llevar a cabo unas labores de aislamiento que aún continuarán hasta el final de esta semana, según pudo saber este periódico el pasado viernes de fuentes directas de la compañía.
La incidencia tiene su origen en la parada anual de mantenimiento que se inició a finales de julio y que concluyó un mes más tarde con la puesta en marcha de la producción de nitrógeno y oxígeno medicinal, momento en el que comenzó a emitirse el silbido que no deja descansar ni dormir a los vecinos de Lutxana y de otros barrios cercanos. Tal y como contó primero el Ayuntamiento y luego la propia empresa, esta gran molestia se debe a una «modificación de trazado de dos tuberías» sustituidas este verano.
Existen informes médicos de residentes en la zona que reflejan vómitos, estrés o migrañas por la falta de descanso
Hartos de la situación, la asociación de vecinos Villamor y la Casa Social de Lutxana han dado un paso adelante en los últimos días, protagonizando ya tres concentraciones de protesta, las dos últimas a las puertas de la factoría. Estudian denunciar los hechos ante el Gobierno vasco y han puesto en marcha una campaña de firmas a través de internet, en la plataforma change.org, que ha superado ya los 1.200 apoyos. En el escrito que acompaña a esta recogida, afirman estar sufriendo una «perturbación continua», y destacan que la contaminación acústica no solo afecta a su calidad de vida, sino que también puede causar «problemas de salud significativos». Incidencias físicas que ya se están dejando sentir con numerosos informes médicos, que reflejan cansancio, vómitos o estrés. También migrañas, dolores de cabeza que sufre la familia de Izaskun Álvarez, entre ellos su hija pequeña, que padece una cardiopatía.
Moción el jueves
Con el miedo de que el ruido no desaparezca y «solo bajen un poco el tono», estas dos agrupaciones del barrio, con el apoyo de EH Bildu y Elkarrekin, registraron una moción en el pleno que será debatida este jueves. En ella instan al Ayuntamiento a aplicar las leyes contra la contaminación acústica y a poner en marcha todos sus mecanismos «para ordenar de manera urgente una paralización temporal» a Oxinorte hasta que solucione «el problema totalmente». El Consistorio, por su parte, se encuentra analizando ya la situación, y resaltó hace unos días que tomará medidas legales contra la empresa «si se demuestra que se ha incumplido la normativa».