El campo de tiro con arco «más grande de la comarca» estará en Sopela

Sopela prevé levantar sobre los terrenos situados junto al polideportivo de Urko, en Larrabasterra, «el campo de tiro con arco más grande de la comarca». Así lo ha confirmado Josu Landaluze, alcalde jeltzale, a este periódico. El regidor asegura que se encuentran «ultimando los detalles de la compra de las parcelas» con el fin de que «toda la actividad deportiva al aire libre se sitúe en un mismo lugar». «El acuerdo con los propietarios está prácticamente cerrado y este mes comenzaremos con el plan comarcal de trabajo», puntualiza.

Se trata de una iniciativa proyectada en los presupuestos para el ejercicio de este año, cuyo objetivo es «dotar a la instalación actual - ubicada en la zona de San Andrés, junto a la carretera de Barrika- de mejores prestaciones». Los terrenos, que en la actualidad son privados, serán adquiridos gracias a una inversión que ronda los 50.000 euros y que se unirán a otros tantos de propiedad municipal.

Adelantan que el nuevo campo dispondrá de 70 metros cuadrados de longitud, aunque las obras no esperan que puedan comenzar hasta bien entrado el 2023. Landaluze ha desvelado que la intención es arrancar el proyecto el próximo verano. Licitarlo y una vez hecho, dar paso a los trabajos. Eso sí, este mes desbrozarán toda la zona, para dotarla de un aspecto «más sano». «Es una evidencia que para poder practicar el tiro con arco se necesita espacio, por lo que si invertimos dinero, al menos que se haga bien», puntualiza.

Las debilidades del actual inmueble, en el que practican alrededor de 113 socios de los clubes D'Arco y Getxo Arkua, son evidentes. Unai Eguren, presidente de la primera sociedad, asegura que la lejanía de las instalaciones las convierte en «una presa fácil» para los robos, que cada vez son más recurrentes. Si bien agradece al Ayuntamiento la cesión del campo actual, alude que «el no poder disponer de un mínimo de alumbrado, conexión eléctrica o de saneamiento, nos ha supuesto un condicionante a la hora de entrenar, hacer mantenimiento u organizar competiciones».

De hecho, los clubes fueron víctimas el pasado mes de octubre de dos hurtos en apenas unas semanas. Le sustrajeron nueve arcos -por un valor aproximado de 100 euros cada uno-, una treintena de fechas, una máquina para detectar metales, herramientas pequeñas, espumas e incluso dos desbrozadoras. Por ello, confiesa que el nuevo proyecto les aporta «una inyección de ilusión». «Disponer de un campo tan grande, poder utilizar puntualmente alguna instalación cubierta o tener un pequeño almacén seguro donde guardar el material, sería un sueño para cualquier club de Euskadi», añade.

Desde EH Bildu, partido de la oposición con seis representantes, consideran «positivo» que se liberen las campas de San Andrés «de cualquier actuación que suponga un impacto negativo para el medioambiente», aunque aluden sentir «preocupación» por la incidencia que pueda tener la infraestructura en la zona de Urko al ser una pieza importante para la formación del Anillo Verde. «El equipo de gobierno pretende saturar el área de cara a desarrollar su proyecto de 'ciudad deportiva' -un ejemplo son las pistas de padel- y en nuestra opinión eso va a afectar negativamente al entorno del humedal», concluyen los abertzales.

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