Mueren una veintena de árboles en Las Arenas por vertidos y actos incívicos

No ha sido sin embargo la única causa que ha llevado a la muerte a estos árboles. El Consistorio puntualiza que los perales plantados en una zona verde de la plaza de La Estación y en la propia calle Mayor han muerto por el zarandeo de la base. «El movimiento los ahueca y se acaban muriendo», explican. La nueva explanada se ha convertido en uno de los espacios preferidos de las familias para disfrutar del tiempo libre, lo que hace que sean numerosos los niños que corren por los jardines y se agarran a los árboles. Precisamente por este hecho el Ayuntamiento se vio también obligado a limitar a principios de verano el acceso de ciertas zonas de la plaza mediante mallas naranjas con el objetivo de recuperar los daños ocasionados en los jardines y árboles por las pisadas e incluso llegó a prohibir el uso del balón, una práctica que era muy habitual entre los más pequeños cuando todavía existía el diseño de la antigua plaza.

Junto a los cubos de limpieza y los zarandeos, el pulgón fue otro de los motivos que debilitó los ejemplares. aunque en este caso, aseguran que el tratamiento ha resultado beneficioso para la gran mayoría de los afectados.

En este sentido, y con el fin de volver a embellecer la zona, el Consistorio ha confirmado a EL CORREO que de cara a la campaña de invierno «se está planificando una nueva propuesta de arbolado», pero piden colaboración ciudadana para su supervivencia. «La administración pública y la ciudadanía debemos asumir la responsabilidad que tenemos en el cuidado y respeto al arbolado, las zonas verdes y las plantas, que tienen como fin último embellecer nuestro municipio», detallan fuentes municipales.

El cuidado de los jardines de este céntrico espacio no ha sido una tarea fácil para Getxo. Además de las medidas de restricción, el gobierno local ha tenido que reemplazar en varias ocasiones las flores plantadas en los jardines de la plaza por los pisotones de la ciudadanía. Es más,a principios de junio pusieron en marcha una campaña de concienciación para que los vecinos respetasen los ejemplares colocados por los diferentes barrios del municipio y no los robasen. Para que las normas se cumpliesen, la cabecera de comarca tuvo que incrementar la vigilancia de la Policía Municipal, advirtiendo sobre las sanciones que podrían poner en caso de detectar hurtos.