Un monumento histórico de película

María Peraita, directora de la Fundación Punta Begoña, explica que «en este último año hemos recibido alrededor de cuarenta peticiones de productores y profesionales de la cultura de todo el país interesados en utilizar el espacio para grabar programas de televisión, series o películas, sin olvidar la posibilidad de hacer exposiciones». Sin embargo, todavía no se ha cerrado ningún proyecto y aseguran que tendrán en consideración «la esencia de cada uno para aceptar una propuesta u otra». «El reto de los trabajos de restauración es convertir Punta Begoña en un espacio de innovación y formación artística, pero buscamos iniciativas que concuerden con nuestra filosofía y no afecten a la recuperación de las galerías. La demanda cada vez es más intensa».

Asimismo, apunta que nada de esto hubiese sido posible sin el trabajo de restauración y recuperación. Fue en 2021 «cuando las obras nos permitieron abrir ciertos espacios que atrajeron a decenas de profesionales». Con la ayuda de expertos de la UPV, la primera fase se centró «en una exhaustiva investigación que garantizara el acierto y rigor de las obras». Ahora, en cambio, Punta Begoña es «un centro de innovación, formación, creación y exposición abierto a getxotarras y visitantes».

Pero aún queda mucho por hacer. El próximo reto se centra en contener el acantilado que está sujeto al salón, lo que permitirá «ganar unos metros cuadrados para ampliar los usos de este lugar». También se ejecutarán labores de restauración en la zona de vestíbulo, una de las áreas más dañadas. Lo harán gracias a la ayuda de una empresa vasca experta en la materia. «Comenzaremos con el estudio de recuperación para posteriormente, actuar en este espacio que, pese a ser muy pequeño, contiene todos los acabados y revestimientos decorativos de las galerías. Es un ejemplo perfecto para trabajar en él y extrapolar el modelo al resto de la infraestructura», detalla Azucena Prior, encargada del proyecto. Analizarán, entre otros factores, los tratamientos de conservación de los mármoles, las azulejeras o el grafiado de las paredes. «Es un punto importante, ya que debemos conservar el revestimiento, pero también respetar el paso del tiempo. En definitiva, buscamos recuperar el esplendor que tuvieron las galerías en su momento», concluye la experta.

El objetivo del proyecto es aplicar el mejor tratamiento de conservación a cada uno de los elementos que componen las galerías sin dañarlos. Así todo, Peraita puntualiza no querer perder de vista los años en los que Punta Begoña estuvo en desuso. «En la cara norte, donde se encuentra el pasillo de las cerámicas, se han borrado el 80% de los graffitis, pero quisimos dejar algunas zonas para que se viera ese contraste. No queremos perder las capas de la historia».