Getxo podará más de 3.500 árboles este invierno
Fuentes municipales aseguran que las campañas cada vez son más cortas debido al aumento de temperaturas por causa del cambio climático
Hasta el próximo mes de abril, Getxo podará más de 3.500 árboles y a otros 400 se les aplicará el descanso vegetativo con el objetivo de «establecer un equilibrio entre la funcionalidad del arbolado del municipio y el espacio con el que se cuenta para dar cabida a los más de 15.000 ejemplares que pueblan el paisaje de la localidad».
La iniciativa ha comenzado este mismo mes por aquellos árboles que durante la campaña anterior se dejaron en descanso vegetativo. Todavía así, meses anteriores se han realizado acciones similares para facilitar la instalación del alumbrado navideño e incluso se talaron árboles en las últimas semanas por cuestiones relacionadas con la salud de los mismos con el objetivo de garantizar la seguridad de los transeúntes y evitar incidentes en viviendas, tráfico o movilidad.
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La poda de ejemplares en altura se llevará a cabo en plataneros, tilos, acacias, chopos y palmeras. «El Ayuntamiento trata de conservar el patrimonio arbóreo municipal realizando las labores precisas para su preservación de cara a que la ciudadanía pueda disfrutar de todo lo que nos aporta el entorno urbano. Los árboles combaten el cambio climático, pero también son sumideros de carbono, refugio del sol en verano…», ha señalado Iñigo Urkitza, concejal del Servicio de Medio Ambiente.
Efectos del cambio climático
Aseguran que la prioridad pasa por los estados vegetativos, estructurales y sanitarios de los árboles, una decisión que puede resultar «difícil» por el valor ornamental de cada uno y que «va en contra de los principios de dejar libertad de crecimiento en su estado natural». Pero la poda se produce también por una cuestión de espacio. «Sabemos que los árboles causan perjuicios por invasión de espacios y esto afecta a aceras, luminosidad, trastorno de hojas en la vía pública, contacto con aleros de edificios, invasión de calzadas… Mantener un ser vivo dentro de una zona delimitada es una tarea complicada, ya que controlar su crecimiento o dirigirlo no siempre limita en el espacio», añade el edil.
Fuentes municipales afirman que las campañas, que normalmente se realizan en invierno puesto que los ejemplares están en descanso vegetativo, cada vez son más cortas «debido al aumento sustancial de las temperaturas otoñales y a la entrada cada vez más precoz de las primaveras por la influencia del cambio climático».
