El comercio de Getxo se moviliza
Minoristas se ponen delante de la pantalla para recordar a sus clientes que «con las tiendas pequeñas todos ganamos»
Con el lastre de haber perdido 323 establecimientos comerciales en la última década, o lo que es lo mismo, una treintena de tiendas echaron la persiana cada año, el sector minorista de Getxo lucha contra viento y marea por ser un referente. Conseguir que los 1.750 negocios activos se mantengan en pie. Una quincena de ellos, en colaboración con la asociación empresarial Getxo Enpresa, y el apoyo del Ayuntamiento, han grabado un vídeo con el que sensibilizan a los vecinos del municipio, pero también a visitantes, de «la importancia de mantener los pequeños negocios locales».
Alicia Iturbe. Bacalaos Iturbe
«Tenemos clientela joven y hay que potenciarlo»
Bacalaos Iturbe es uno de esos negocios en los que se encuentran productos con denominación de origen y de calidad. Hace nada menos que 44 años levantó la persiana en la Avenida Algorta, desde entonces, mantiene un público fiel. «Viene gente de aquí, pero también de los alrededores e incluso de Bilbao», comenta Alicita Iturbe. Aún así, nunca está de más «darnos a conocer», y eso que hay muy pocos negocios, ya no en el municipio, sino en Bizkaia, con un producto tan específico como el suyo. «Tenemos clientela joven y hay que potenciarla. Recordar que somos comercio cercano, de calidad, de pueblo y mantenemos la esencia. Damos lo mejor», apunta Iturbe.
Sara Mata. Mercería Colores
«Es imprescindible que las calles no se queden vacías»
Más de treinta años lleva Sara Mata atendiendo a sus clientas de Las Arenas. «El pequeño comercio ha ido evolucionando, el comportamiento del consumidor es diferente, ahora es más exigente y hay más competencia», recuerda. «La gente se tiene que dar cuenta que con las nuevas formas de compra quitas el contacto con el vendedor y se queda sin que le aconsejen. Necesita probarse, que le asesoren, saber si le queda bien otra talla», insiste. «Como pequeño comercio tenemos que meter ruido, darnos a conocer, estamos tocados, pero todos debemos ser conscientes de que hay que dar un servicio a cualquier vecinos que viva aquí y con calles vacías no hay actividad, pero tampoco son seguras y cuándo consumen en el pueblo reinvierte aquí», recuerda.
Alfredo Santamaría. Bed House Zabala Confort
«No se me ocurriría comprar un colchón por internet»
Hace dieciocho años Alfredo Santamaría montó su propio negocio, una colchonería en el centro de Algorta. «Tenemos que estar activos, hay que estar presentes e intentar que los clientes nos vean», reconoce. Su baza, como la del resto de sus compañeros, es la «atención personalizada». «A mí no se me ocurriría ni comprar ni vender por internet, es un producto que está en contacto con nuestro cuerpo, sobre el que respiramos, quiero saber los materiales de que está hecho, los certificados. Mis clientes saben que tenemos calidad precio y vuelven», defiende este comerciante. Y en este sentido, recuerda que «asesoramos» por lo que invita a «valorar el comercio local».
Fatima Babor. Centro estético Babor
«Que la gente valore el servicio que damos»
Fatima Babor, de origen marroquí y que lleva dos décadas residiendo en España, abrió su centro de estética en la calle Alangobarri en plena pandemia, aún así, cuatro años después puede presumir de «estar contenta». «Hacemos todo tipo de tratamientos de belleza y salud facial y corporal, utilizamos marcas de alta cosmética, una vez que pasamos ese momento y a pesar de que tenía miedo de cómo fuera, lo cierto es que estoy muy agusto», señala.
El día a día le va bien, pero considera que hay que seguir dándose a conocer. «Que la gente conozca mis servicios y cuando los necesite en vez de ir a grandes cadenas, valore lo que tiene en el pueblo», afirma.
