Esta máquina es todo fachada
La vasca Tecnalia lidera el desarrollo de un robot de cables capaz de instalar paneles en rascacielos y reducir así los riesgos laborales en las obras
A primera vista parece un invento incomprensible, casi futurista. Aunque si uno se para a pensar, se da cuenta de que ya ha visto algo ... así antes. Sin ir más lejos, en San Mamés. El mismo sistema de cables que permite sujetar y estabilizar la famosa 'spidercam' -la cámara aérea que recorre el campo por encima de los futbolistas- sirve para las cosas más remotas. Un grupo de nueve empresas y universidades europeas, coordinadas por la vasca Tecnalia, ha aprovechado ahora esa tecnología para desarrollar un robot capaz de desplazarse a lo largo de fachadas de edificios, realizar su montaje y facilitar las labores de mantenimiento. Una especie de forzudo obrero todoterreno que reduce costes, tiempo y, sobre todo, riesgos.
El nombre de este particular operario es Hephaestus -en honor al dios griego de la forja- y lleva gestándose desde hace tres años en una iniciativa financiada por la Comisión Europea. A falta de apenas cinco meses para su finalización, los primeros simulacros ya han verificado su aplicación en fachadas de muro cortina, las que se utilizan en rascacielos acristalados como la Torre Iberdrola. «Tiene una precisión milimétrica, mucho mayor que una grúa convencional, con la que gran parte del trabajo se tiene que hacer de forma manual», explica el coordinador del proyecto, Julen Astudillo. Eso sí, ambas técnicas comparten enemigo: el viento. Se recomienda no utilizarlo si se registran rachas superiores a 40 kilómetros por hora.
El robot no solo tiene capacidad para mover las pesadas piezas, sino que perfora los huecos en los forjados, coloca el anclaje en su posición final y lo atornilla. «Ningún otro sistema abarca tanto campo», defiende Mariola Rodríguez, gestora de proyectos en Tecnalia, quien destaca también la versatilidad de la máquina: «Puede controlar todos los giros e incluso adaptarse a la inclinación de la fachada. Domina los seis grados de libertad». La tensión de los cables, por su parte, está monitorizada a tiempo real para asegurar la sujeción. De hecho, si detecta que se sale de un rango preestablecido, el sistema se detiene al momento. Toda la maquinaria está conectada a un ordenador y se puede utilizar de manera manual, si bien es completamente autónoma.
Menos costes
Los creadores de Hephaestus subrayan la triple finalidad del invento: «Aumenta la seguridad de los obreros en trabajos de altura, reduce los costes económicos y asegura una mayor calidad». Además, inciden en que también es útil para ejecutar labores de mantenimiento como la limpieza de las fachadas, que ahora exige la instalación de plataformas colgantes, conocidas como 'góndolas'. Precisamente es lo que ahora pretende sustituir esta máquina, que, en consecuencia, deberá tener «un precio similar para poder competir en el mercado», según analiza Rodríguez al ser preguntada por una cifra concreta. Los responsables de Tecnalia estiman que su invento se encuentra desarrollado «al 90%» y que podrá ser comercializado en un plazo de cinco años.
El proyecto: Hephaestus
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Desarrolladores: Tecnalia y otras ocho empresas y universidades.
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Labores: Montaje y mantenimiento de fachadas de muro cortina.
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Plazos: Se estima que saldrá al mercado en unos cinco años.
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