Los lobos protagonizan 15 ataques a reses en el Gorbea
Pastores advierten de los «constantes asaltos» que provocan «daños económicos muy potentes en una actividad lastrada»
leire pérez
Sábado, 17 de diciembre 2022, 01:12
«Si el pastoreo ya estaba en decadencia, con este panorama, tiene los días contados», advierten los ganaderos del Gorbea. Puy Arrieta, criadora de Zeanuri - ... en el municipio solo hay dos familias que se dedican a este oficio y la otra está a punto de jubilarse- que, junto a su marido, cuida un rebaño de 500 cabezas, reconoce haber sufrido «tres ataques fuertes con 14 bajas» en los últimos meses. Su pareja lleva semanas durmiendo en el coche en la campa de Aldamiñape-Arimekorta para evitar que los animales se alejen. «Cada vez están más cerca de los caseríos y los daños económicos son muy potentes. Es una gota más, una que desborda el vaso, porque no dormimos un día tranquilos», comenta Arrieta.
De enero a mediados de octubre, la Diputación de Bizkaia ha contabilizado «15 ataques en el Gorbea con 13 cabezas de ganado ovino muertas». Sin embargo, los animales fallecidos a causa de este tipo de asaltos pueden ser aún más, según explican los pastores. «Está claro que tenemos un problema serio con los lobos y cada vez vamos a peor. No se dejan ver, cada poco tiempo aparecen animales muertos o heridos. Para cuando llegamos ya se los han comido los buitres y solo ves la sangre», señala Jesús Ángel Santa Cruz, hijo de uno de los pastores más mayores del Gorbea.
La situación es «preocupante» y está obligando a los pastores a llevarse las reses lo «más abajo posible», explican los afectados. Santa Cruz tiene ciento y pico ovejas. «Arriba en el monte hoy en día es muy complicado tenerlas», lamenta.
Las cifras que maneja la Diputación son parecidas a las de años anteriores, aunque en esta ocasión ligeramente superiores a los ejercicios anteriores. En 2021 hubo 14 denuncias y un año antes fueron 19. El principal problema al que se enfrentan las administraciones es que el lobo es una «especie protegida», y no se puede, por tanto, llevar a cabo «medidas extraordinarias como las batidas», recuerdan desde la institución foral.
Indemnizaciones
La única opción que maneja, por lo menos de momento, el departamento de Medio Ambiente es adoptar «indemnizaciones para compensar los daños causados», según señalan portavoces. El departamento que dirige Amaia Antxustegi ha trasladado al Gobierno vasco, institución responsable de la elaboración de un plan de gestión, la «preocupación que existe entre los ganadores por esta situación». «La compartimos y lo urgente es aprobar este documento», insisten.
La Diputación está trabajando en un decreto de ayudas para la compra de mastines y la instalación de cierres dentro un plan de choque para el sector primario.
«La única solución que nos dan es que pongamos nosotros las medidas de protección. Una opción, nos dicen, son estos perros, pero no estamos acostumbrados a convivir con ellos», lamenta Arrieta. «Dan problemas con las personas que suben al monte», añade Santa Cruz.
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