«Si no se los lleva el coronavirus, se van a morir de pena aislados en sus habitaciones»

La madre y el padre de Candi Prado tienen 86 y 85 años respectivamente y están ingresados en la residencia Sanitas de Barakaldo pero, «aunque han dado negativo en varios test, hace dos meses y medio que no se pueden ver porque están aislados en sus habitaciones». Un mes más que el resto de usuarios del centro, que cuenta con 212 plazas, ya que desde el 2 de abril y, ante el elevado riesgo de propagación de la pandemia, su dirección decidió que todos permaneciesen confinados en sus dependencias. "Nos han confirmado que la tercera y cuarta plantas las han reservado exclusivamente a contagiados o personas que deben permanecer en cuarentena por haberlo tenido o mostrar algún síntoma", remarca Candi. Ella, junto a otra quincena de familiares, se han concentrado este lunes a la mañana a las puertas del edificio para exigir a su dirección que les dejen salir y «hacer vida normalizada por las instalaciones porque, si no se los lleva el virus, se van a morir de pena aislados en sus habitaciones».

Amaia Álvarez también tiene a su madre ingresada y considera injusto que tenga que estar enclaustrada todo el día en la habitación junto a su compañera de cama, «aunque las dos han dado negativo en las pruebas». Solo, asegura, desde el 12 de mayo se les permite dar un «pequeño paseo de menos de media hora por el pasillo junto a su puerta y acompañadas por personal terapéutico». A juicio de los promotores de la protesta, que ha contado con autorización policial,en esta residencia se deberían aplicar correctamente los protocolos de Osakidetza que, "si bien considera que el confinamiento es beneficioso en principio para evitar contagios, mantenerlo demasiado en el tiempo puede resultar superperjudicial a los internos». "No pedimos que salgan a la calle si todavía no se puede, pero que les garanticen disfrutar al menos una vida lo más mínimamente normal posible", insiste Amaia.

La madre de Maite Arranz tiene 95 años y si ha dado positivo. Según lamenta, "cuando supere el covid, no va a poder levantarse de la cama". Ha mandado "numerosos escritos a la Diputación y a la dirección de Sanitas, "y nos dicen continuamente que hacen lo que les dice Osakidetza, pero vemos que no están completando bien la desescalada".

Con una pancarta que reivindica 'por unos cuidados de calidad', en la concentración ha participado la Asociación de familiares de dependientes y de personas sensibilizadas con la atención y el cuidado de personas mayores de Bizkaia, Babestu. Una de sus integrantes, Carmen Loizaga, ha exigido a la Diputación que garantice que en todas las residencias "se aplica el mismo rasero". "No puede ser que las que gestiona de forma directa, porque normalmente tienen más personal, se cumpla mejor el protocolo, pero no pasa lo mismo en las que son de gestión privada", lamenta. A su juicio, la supervisión foral debe ser más efectiva "porque, aunque les pidan a todas que sigan los protocolos, siguen dejando la última palabra de su cumplimiento a los gestores privados".

Los familiares también han criticado el régimen de visitas que desde la semana pasada permite el centro. "Es verdad que nos dejan entrar a una persona, pero con pantallas, mascarillas, guantes y el traje completo, nuestros seres queridos ni nos reconocen", lamenta Amaia Álvarez.

La dirección informa que el centro ha sido sectorizado «siguiendo las recomendaciones de los responsables sanitarios». A todos los internos se les han hecho test y se han separado a los que han dado negativo de los contagiados, a los que han estado en contacto con ellos, a las personas de especial riesgo y a los asintomáticos. Las mismas fuentes inciden en que, a pesar de la limitación de movimientos de los usuarios, «se les están dando todas las terapias que podemos a nivel individual en las habitaciones, desde fisioterapia a psicología o terapia ocupacional, y hemos podido empezar a dejarles salir a dar pequeños paseos».

Sin embargo, lamentan no poder avanzar mucho más "por el momento", y menos permitirles realizar actividades grupales, «porque no nos lo permiten los responsables sanitarios". "Nuestra pretensión es recuperar la normalidad lo más pronto posible, pero siempre con todas las garantías de prevención y seguridad para internos y trabajadores», resaltan. Respecto a las protecciones que en la actualidad se deben respetar para realizar el recién recuperado régimen de visitas, remarcan que se deben a "criterios de prevención y seguridad para velar por el 100% de los usuarios y de los trabajadores; se está haciendo un esfuerzo importante".