«A los jueces nos toca verificar la verdad»

- ¿Qué ha podido ocurrir para que se dude de su implicación?

- Algo ha pasado para que mi compañera tenga serias dudas sobre la participación de las cuatro personas puestas en libertad. O tienen coartadas para estar a esas horas en otro sitio o la víctima no les ha reconocido. Si se tienen serias dudas, no se puede aplicar una medida cautelar como la prisión provisional, con toda la entidad que tiene.

- ¿Han dejado de ser sospechosos?

- Que tengan que estar disponibles todos los días en el juzgado es la siguiente medida de enjundia que puede adoptarse. La investigación continúa. Quizás no se les acabe imputando y, en ese caso, la privación de libertad parece una medida desproporcionada. Estoy convencido de que si la juez hubiese visto un indicio, estarían los seis en prisión.

- Ante la menor sospecha.

- ¡No me cabe duda!

- Lo curioso es que la víctima denunciara a seis hombres y fueran localizados seis en la calle, juntos.

- Sí, es curioso; pero parece que les localizaron cuatro horas después de los hechos. Cabe la posibilidad lógica de que alguno se fuera a su casa y otros aparecieran después.

- Permítame un comentario. La ciudadanía tiene en mente los 'errores' judiciales cometidos en el caso de 'la Manada' de Pamplona.

- Con 'la Manada' no hubo dudas sobre la identificación de los cinco acusados; y los cinco fueron a prisión desde el primer momento. Los 'errores' -que pondría en duda- podrían haberse dado por la calificación jurídica de la primera sentencia. En esto, hay dos perspectivas.

- A saber...

- Una es la de los medios de comunicación, que recogen el punto de vista de la sociedad. Estamos en un momento en que desgraciadamente surgen este tipo de casos en muchos sitios y se genera la perspectiva de buscar una solución. Se relata un delito muy grave, cometido por seis varones; y toda la población se queda con que lo relatado es cierto hasta el último detalle. Nuestra perspectiva es diferente.

- ¿La de los jueces?

- Sí. Nosotros hemos de conciliar la protección de la víctima y la persecución del delito con los derechos de los detenidos, a la legítima defensa y la presunción de inocencia. Tenemos que hacer una adveración (certificación de la veracidad); y al hacerla la magistrada dice 'tengo dudas respecto a cuatro'. Es algo difícilmente vendible a la opinión pública, pero es nuestra misión, nos toca verificar la verdad.

- Las feministas, por lo que han dicho, parece que no confían demasiado en la Justicia.

- Estamos acostumbrados. El juez ha de velar por todos los derechos y por eso le van a criticar por un lado y por otro. La crítica suele ser injustificada, muchas veces carente de información, y se dirige siempre a los tribunales.

- ¿Los jueces han dado la espalda a las mujeres, como dice la asociación Clara Campoamor?

- ¡En absoluto! Niego la mayor. Los jueces tratan a las mujeres igual que a los hombres; y esto (que dice Clara Campoamor) es una falsedad absoluta. Los jueces no dan la espalda a las mujeres, las protegen en su integridad, conciliando todos los derechos.

- «No podemos estar pendientes de ver qué juzgado nos toca», dijo la presidenta, Blanca Estrella.

- No. Hay un reparto de asuntos. Además, esto es un principio constitucional que garantiza la imparcialidad y la independencia judicial.

- La Justicia, ¿lo está haciendo bien o lo mejor que puede?

- Con los medios que disponemos y la ley que tenemos, se hace lo mejor que se puede. Precisamos de muchos más medios, pero la respuesta judicial es muy satisfactoria.

- ¿Qué pasa para que se produzca tanta violación múltiple?

- Es una pregunta de tipo sociológico. Nos ha tocado en Bilbao, como toca en distintos sitios de España, pero no sé a qué obecede. No sé si se denuncia ahora lo que siempre ha habido o si la exposición pública de los casos hace que algunos delicuentes funcionen por repetición.

- ¿Hasta qué punto es complicada la resolución de una demanda por violación?

- La complicación radica en que, a diferencia de casos como el de 'la Manada', donde había una grabación que permite a los jueces observar los hechos, la mayoría de los delitos sexuales ocurren en la intimidad, sin testigos. Ahí se sitúa la dificultad; en adverar los hechos que se contienen en una denuncia.