Jueces, fiscales y Ertzaintza advierten de fallos «inmanejables» en las pulseras para maltratadores

Las pulseras para maltratadores son unos dispositivos emisores que se colocan normalmente en el tobillo de los hombres inmersos en un proceso judicial por violencia de género. La víctima, que tiene que ser de alto riesgo, debe llevar, a su vez, una aplicación receptora en su teléfono móvil, que avisa de si su excompañero se encuentra a menos de 500 metros de distancia. En tal caso, emite una alarma que es comunicada también a la Ertzaintza. La Policía autonómica acude entonces a verificar la situación.

La herramienta de control telemático la paga el Ministerio de Igualdad, dentro del programa 'Cometa'. Su gestión corre a cargo de una subcontrata privada. En la última reunión de la Comisión Provincial de Violencia sobre la Mujer de Bizkaia, celebrada en junio, su presidenta, Reyes Goenaga, máxima responsable a su vez de la Audiencia Provincial, preguntó al conjunto de asistentes sobre cómo estaba funcionando este recurso, porque había tenido conocimiento de que en otras comunidades se habían producido también disfunciones.

La respuesta fue contundente, según ha quedado registrado en el acta de la sesión, a la que ha tenido acceso EL CORREO. Una de las magistradas especializada en Violencia sobre la Mujer reconoció que «a veces no acuerda este tipo de medida» porque «la pulsera se dispara todo el tiempo; es prácticamente inmanejable», se lamentó. En gran medida, explicaba la misma profesional, porque la distancia de 500 metros en línea recta es complicada de gestionar en un lugar como Bilbao, una ciudad pequeña y rodeada de montes.

La jueza advertía también de que «en ocasiones se producen fallos técnicos». Por último, criticaba la demora que se desencadena cuando hay que instalar uno de estos dispositivos porque «el técnico tarda en acudir porque cubre toda la zona norte» de España.

Las críticas contra el sistema 'Cometa' siguieron en esa reunión por parte del responsable de la Ertzaintza. «Es cierto que se han multiplicado últimamente el volumen de incidencias», admitió ante los presentes. Otra magistrada, que ejerce en Barakaldo, tomó la palabra y expresó también que «está habiendo problemas de comunicación con la Policía autonómica».

La fiscal de Violencia sobre la Mujer, Ane Otegui, defendió la herramienta, «que resulta efectiva», aunque mostró su malestar porque está «ultimamente habiendo más incidencias» y se preguntó si el incremento de fallos tiene que ver con «el cambio en la empresa» que las gestiona. «Hay fallos de detección y cuando se oficia expresamente para preguntar por esa incidencia indican que ha sido un error. Esto está pasando últimamente».

Desde junio, la comisión no se ha vuelto a reunir. Está previsto que el asunto se aborde en la siguiente sesión, según fuentes cercanas a este órgano. Las mismas fuentes precisan que tanto la empresa como el Ministerio están trabajando en el sistema 'Cometa' para reducir los fallos y errores y que esperan mejorar el funcionamiento «en breve».

Entre 2012 y 2024, la Ertzaintza ha llevado a cabo 55.193 salidas en todo Euskadi para asistir a las alertas procedentes de pulseras telemáticas. El dispositivo 'Cometa' lo portan cerca de 5.000 hombres en toda España. El contrato para su gestión cambió hace 11 meses y se adjudicó por 42 millones de euros para un periodo de tres años.