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¿Por qué se inundó Zorrozaurre?
Una marea extraordinaria, la baja presión atmosférica y algo de lluvia, ingredientes de un cóctel que resultó fatal
Lo que ocurrió hace un par de semanas puede parecer hasta ridículo: pocos meses después de terminada la gran obra del canal de Deusto, ... que se había presentado como antídoto contra las inundaciones, Zorrozaurre sufrió las mayores inundaciones de los últimos años. Y sin que la lluvia fuese nada del otro mundo. Naturalmente, aquello fue un escándalo vecinal y político. ¿Años de obras, y millones de gasto, para esto?
Este miércoles por la mañana, el concejal de Obras y Servicios, Asier Abaunza, ha dado detalles en una comisión municipal solicitada por él mismo. La explicación técnica de lo ocurrido, y las medidas que se van a ejecutar para que no vuelva a repetirse –ya adelantadas por este periódico– han convencido –más o menos– a la oposición: lo que pasó fue consecuencia de la confluencia de varios factores incontrolables. El problema fue que, quizás por un exceso de entusiasmo, cuando se 'vendió' el canal de Deusto se generaron unas expectativas imposibles en la ciudadanía. Porque esta obra, por sí misma, no evita que Zorrozaurre se inunde. Hacen falta más cosas que están por llegar.
Todo esto es lo que ha explicado Abaunza. El concejal ha comenzado recordando que hace dos semanas confluyeron distintas circunstancias. La primera, una marea viva extraordinaria. La segunda, una presión atmosférica que elevó aún más el nivel del agua. Puede sonar a pretexto extraño, pero no. Hay que tener en cuenta que cuanta más presión ejerce la atmósfera sobre la superficie, más se 'aplasta' esta. Así que con menos presión, el agua sube más. La situación normal es de 1.012 milibares, y aquellos días había 1.005. Eso elevó unos diez centímetros extra la ría.
Como tercer elemento, y quizás el menos relevante, están las lluvias, que influyeron no tanto a la hora de aumentar el nivel de la ría como de inundar zonas como la curva de Elorrieta y Ribera de Deusto toda vez que los desagües, anegados por la marea, no podían evacuarla.
¿No funcionó entonces el canal de Deusto para evitar las inundaciones? Abaunza ha recordado que esa obra reduce la posibilidad de riadas más aguas arriba, a la altura del Casco Viejo, porque facilita el desagüe del Nervión. Ya no hay tapón ahí. Además, el problema esta vez no fue la avenida de agua desde el centro de Bilbao, sino, esencialmente, la intensidad de la marea y cómo impidió el desagüe del agua de lluvia en ciertos puntos como la curva de Elorrieta y Ribera de Deusto.
¿Cómo evitar que esto vuelva a ocurrir? El concejal ha tirado de lógica para recordar que si se quiere evitar que el nivel del mar anegue una zona que queda por debajo, la única solución es un muro. Contener el agua. O elevar por encima de ese nivel la zona inundable. Eso es lo que está planteado para Zorrozaurre. Por un lado, elevar la cota de las futuras urbanizaciones una media de metro y medio en toda la isla. El problema es que en las zonas actualmente habitadas eso no es posible. Están donde están, y es imposible levantar las casas. Así que se construirá un pretil ciego, un murete sin salidas entre ellas y el Nervión que impida la entrada de la ría cuando esta lleva más agua, ya sea por las mareas o por riadas. Claro, esas zonas se convertirían en 'piscinas' en caso de lluvias porque no habría manera de desaguar. Por eso están proyectados dos tanques de tormentas, enormes depósitos para recoger ese agua cuando la marea esté alta, y soltarla cuando baje. Incluso llevan bombas para ser vaciadas de manera forzada en caso de que sea necesario. Eso sí, aún faltan años para que se construyan estas estructuras. Sí se está construyendo, y estará listo este verano, el tanque de tormentas en la zona de Elorrieta.
«El riesgo cero nunca existe, pero todo lo que podemos hacer o está hecho o lo estamos haciendo», ha dicho Abaunza. También ha recordado que la apertura del canal no fue un capricho de Zaha Hadid ni del Ayuntamiento para crear una isla, sino que era un mandato del plan para evitar inundaciones de 1991.
Aquel plan, el PIPI, también recogía otras medidas que no se llevaron a cabo. Especialmente, el gran tubo subterráneo que conectaría La Peña y Olabeaga y por donde se podría canalizar la mitad del cauce del Nervión en caso de riada. En este punto hubo el obligatorio rifirrafe político por no haber ejecutado una obra que se incluyó en los presupuestos de 2007 pero, cara como era –220 millones de euros– quedó olvidada tanto por el Gobierno central como por el PNV en los posteriores acuerdos para sacar adelante las Cuentas estatales. En todo caso, recordó el concejal, ni eso hubiese evitado que Zorrozaurre se anegase porque el gran tubo soltaría el agua ahí mismo, a la altura de Olabeaga.
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