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Miriam Cos
Viernes, 2 de mayo 2014, 11:22
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Que Clayton Lockett no era un santo estaba claro. Asesino de una joven de 19 años, Stephanie Neiman, a la que pegó dos tiros delante de sus amigos tras obligarles a enterrarla aún viva en un paraje de la Oklahoma rural, llevaba varios años esperando ...
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