Los herri kirolak triunfan entre los niños de Bilbao
Más de un centenar de chavales de siete centros educativos de la villa participan en una jornada dedicada a la práctica y difusión de los deportes tradicionales
A Ane le gusta practicar herri kirolak y más aún hacerlo con su amigas. Corre cargando el saco todo lo rápido que puede, levanta el ... yunque siete veces seguidas a una velocidad asombrosa, anda con las txingas y llena las cestas de palos en la prueba de zakularis. Pero lo que más le gusta es la sokatira. Agarra la soga entre sus manos. Se apoya fuerte sobre sus pies y tira a más no poder.
Ane es una de los 128 chavales –en su mayoría niñas– de entre 8 y 12 años de siete centros educativos que participaron este domingo en nueva edición de 'Bilbao altxatuz', una jornada dedicada a la práctica y difusión del deporte rural entre los escolares. La cita se celebró en el polideportivo de Zorroza. Los críos del colegio Zazpi Landa jugaban en casa. «Llevamos ocho años practicando herri kirolak unas dos veces al mes y, aunque es difícil competir con el fútbol, es algo que les gusta a los chicos y se lo pasan muy bien», contaba Cristina Díez, una de las amatxus que coordina la práctica de los deportes rurales en ese centro. La competición de hoy en Bilbao es una de las cinco citas a la que acuden los alumnos de esta escuela a lo largo del año en Bizkaia.
Otro de los centros que desde hace años no falta a la cita es Abusu Ikastola. «A las niñas les encanta. Les permite participar a todas. Lo que buscamos es que se diviertan y si, de paso ganan, pues genial. Pero el objetivo es que disfruten», contaban Aitziber Urrengoetxea y Aintzane Oiarzabal. Estas dos madres tenían muy bien coordinadas a las crías en cuestiones como el intercambio de sacos entre las participantes en estas carreras o a la hora de levantar rápido el yunque. Sus equipos ganaron en varias categorías. «Es un deporte sano, se practica en grupo y además forma parte de nuestra cultura», destacaban.
También en Karmelo Ikastola eran mayoría las chicas. «Todos los años es igual. Les gusta más a ellas», comentaba Koldo Arostegi, uno de los aitas. Él se encargaba de animarlas mientras las chavalas de Karmelo se esforzaban en la sokatira. Se les da muy bien. Ganaron varias competiciones. Volverán a intentar repetir triunfo en la próxima cita de herri kirolak para escolares.
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