El Guggenheim liberará 50.000 metros cuadrados de suelo industrial en Urdaibai
La Diputación iniciará la descontaminación de terrenos en 2024 y prevé renaturalizar más de la mitad de las parcelas de Gernika y Murueta que se van a reutilizar
El Guggenheim de Urdaibai ocupará solo una parte de las parcelas de Gernika y Murueta sobre las que está prevista su construcción. Aunque aún queda ... un tiempo para conocer el diseño definitivo, el futuro museo estará compuesto por dos edificios compactos, de pequeño tamaño, lo que permitirá liberar algo más de 50.000 metros cuadrados de suelo industrial. Serán renaturalizados y 'devueltos' a la reserva de la biosfera. El primer paso de este proceso son las labores de descontaminación, que empezarán a ejecutarse el año que viene una vez que terminen los análisis preliminares y el Gobierno vasco autorice las labores.
Según han confirmado fuentes forales, la Diputación trabaja ya con una hoja de ruta muy concreta para ir sentando las bases de la ampliación del Guggenheim. La primera parte, que comprenderá al menos el próximo lustro, estará centrada en las labores ambientales del nuevo museo. Es en esta fase en la que también está implicado el Gobierno central a través del Ministerio de Transición Ecológica , que ha aportado 40 millones exclusivamente para la vertiente ecológica del proyecto, según el convenio firmado por ambas instituciones hace unos meses.
La primera gran decisión que ya se ha tomado es la de la fisonomía de la nueva pinacoteca. Ya se sabía que tendría dos sedes y que se van a ubicar en los terrenos que ocupan la antigua cubertera Dalia, en Gernika, y los Astilleros de Murueta, que deberán trasladar toda su producción a su planta de Erandio. Lo nuevo es que los edifcios serán minimalistas, que no generarán emisiones, y que las parcelas elegidas van a cambiar notablemente su aspecto. El museo ocupará el 50% de los 32.000 metros cuadrados de la parcela de Dalia y el 25% de los 42.000 de Murueta. ¿Y el resto? Serán recuperados como espacio verde e incluso, en el caso del entorno del astillero, permitirán devolver a la ría su anchura original, a la que la industria le había robado 2.000 metros cuadrados.
El plan diseñado por la Diputación debe, antes de nada, abordar la descontaminación de unos terrenos en los que se han encontrado fuertes concentraciones de metales pesados, hidrocarburos y benzopirenos. En el caso del subsuelo de Dalia, se va a trabajar sobre la capa superficial pero también se limpiará el acuífero subterráneo que se extiende por toda la vega de Gernika inyectando bioestimulantes. Las primeras pruebas piloto parecen haber arrojado resultados satisfactorios. En Murueta los residuos aparecen solo en la capa de terreno superior, aunque el 'mapeo' de la zona no quedará culminado hasta el próximo año.
20 hectáreas de marisma
Además de la recuperación de suelo industrial, las instituciones tienen firmado un acuerdo por el que prevén que el proyecto también tenga un impacto positivo sobre unas 20 hectáreas de marisma de la Reserva de la Biosfera que actualmente están desecadas. Las labores realizadas en la zona durante los últimos años en el entorno de Murueta para conformar una senda peatonal llevaron a levantar un muro de cotención que contiene la subida de la marea. La consecuencia ha sido la proliferación de especies como el plumero de la pampa. La idea es renovar ese paso con zonas de madera que dejen pasar el agua salada, crucial para la erradicación de estas especies invasoras. Pasará lo mismo en un montículo artificial que se levantó hace años junto al astillero.
En paralelo a las labores mediambientales la Diputación también encargó hace más de un año a un estudio de arquitectura de Nueva York que sentara las bases del nuevo Guggenheim. Ese informe, que el Gobierno foral tiene en su poder desde antes del verano, servirá en su momento para lanzar un concurso internacional de ideas que permita dar forma definitiva a la nueva pinacoteca. ¿Cuándo? Es una de las incógnitas que queda por resolver. La otra es la de la adhesión del Gobierno vasco a un proyecto que lidera el Ejecutivo foral y que ya cuenta con la colaboración económica del Estado. En Lakua la idea es no hablar de estos asuntos hasta que pasen las elecciones para no generar un conlifcto territorial.
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