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La escasez de suelo finalista -aquel sobre el que se puede actuar sin tener que recalificar- sumada al encarecimiento de los costes de producción obligan ... a la Administración a diseñar nuevas fórmulas para atajar la falta de vivienda asequible en Euskadi. Y una de las propuestas que tiene encima de la mesa el Gobierno vasco es impulsar con los promotores «la industralización del sector de la construcción». Es decir, cambiar el modelo de negocio actual e incentivar que las viviendas puedan levantarse a través de módulos fabricados previamente. Un modelo que ya se aplica en otras ciudades españolas. «La idea es que se hagan de manera industrial para que después sólo haya que colocarlas en moldes. Así se abaratarían los costes, que hoy están imposibles. Hay cuestiones pendientes de atar, pero no es un método que vaya a tardar mucho en llegar», asegura Mario Yoldi, director de Planificación y Procesos Operativos del Departamento de Vivienda.
Lo cierto es que no es la primera vez que se habla de producir casas modulares en Euskadi. Muchos de los lectores seguro que aún recuerdan el nombre de Jabyer Fernández. El mayor deudor de la Hacienda vizcaína -acumula una factura con el fisco superior a los 140 millones-, ideó a través de la sociedad Habidite levantar una fábrica de viviendas modulares en Alonsotegi. El proyecto se presentó en 2006 como la gran apuesta para revitalizar Las Encartaciones y recibió un fuerte apoyo de los poderes públicos. La Diputación incluso se comprometió a facilitarle un solar de 40 millones de euros para erigir la fábrica y a comprarle unas 1.500 viviendas. Pero el proyecto fracasó y lo que se anunció como una iniciativa pionera terminó en una guerra entre el entonces diputado general, José Luis Bilbao, y el hombre de negocios. La disputa llegó incluso a los tribunales. El empresario de éxito acusó a Bilbao de haber tejido una venganza contra él y reclamó a la Diputación 30 millones por haber incumplido los convenios, una indemnización que la Justicia rechazó.
Aunque al margen de esta propuesta, el área liderada por Denis Itxaso cree que para revitalizar el sector hay que «atraer a profesionales». «La mitad del empleo de la construcción está formado por personas que tienen más de 50 años. Hay que renovarlo y para ello debemos formar a gente para que pueda entrar en un sector que está cada vez más tecnificado y digitalizado», lanza Yoldi.
Los profesionales sin embargo piden al Gobierno que promueva acciones para que la viabilidad económica sea mayor que la que, según ellos, hay ahora. Iñaki Urresti, gerente de Ascobi, mantiene que para satisfacer los reclamos sociales lo que se necesita es «levantar más pisos». «Hoy en día sólo se construyen dos viviendas por cada mil habitantes. Y con los niveles de solvencia que tenemos, no es lo normal. Si se reserva un porcentaje de VPO que luego no puede materializarse, la medida no sirve. También hay que impulsar más proyectos de venta libre y alquiler», cuenta el experto.
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