El Gobierno vasco avanza en la conexión ferroviaria entre Carranza y Bilbao

La futura conexión fue una de las mejoras anunciadas por la socialista tras hacerse efectiva la transferencia de la gestión de los servicios de Cercanías operados por Renfe, que entró en vigor este enero, al Gobierno vasco. La idea que maneja el departamento liderado por García Chueca es habilitar una lanzadera ferroviaria que amplíe la oferta de transportes públicos de los habitantes encartados.

Esta ruta se pondrá en marcha, en principio, con varios servicios diarios en ambos sentidos entre Carranza y Aranguren. En esta última estación se conectará con la línea existente (C-4) que discurre entre La Calzada y la parada bilbaína de La Concordia.

Pero antes de poder inaugurar la nueva ruta, será necesario finalizar una serie de trabajos técnicos y administrativos. Por un lado, Adif se ha encargado de realizar la electrificación de toda la línea. Unas tareas que, según ha podido saber este periódico, están terminadas. El siguiente paso será el de diseñar el servicio que se ofrecerá a los usuarios.

En este sentido, el Ejecutivo autonómico trabaja con Renfe para que esta última «habilite la disposición de trenes y estaciones» , además de revisar estaciones y sus condiciones -servicios, frecuencias y paradas- y «tramitar la figura jurídica que recoja y dé cabida a dichos servicios ferroviarios», apuntó la consejera en una respuesta remitida al Parlamento Vasco tras una pregunta de la representante Amancay Villalba (EH Bildu).

García Chueca señaló que una vez se culminen todas estas labores, la nueva ruta entre Carranza y Aranguren se podrá poner en marcha y aumentar las frecuencias existentes. Actualmente, la línea Santander-Bilbao, con cinco paradas en Las Encartaciones, hace a diario cuatro viajes con destino a la capital vizcaína y tres de vuelta hacia Cantabria. Es la única forma de conectarse en tren con la villa, bien continuando la ruta o bien conectando con la C-4 en Aranguren. Sin embargo, la lanzadera ferroviaria planteada aumentará en cinco más los viajes en cada dirección al día.

Renfe continuará siendo el operador encargado de prestar el servicio, aunque el Gobierno vasco es quien se encarga desde el 1 de enero del diseño de las rutas, desde las paradas, hasta las tarifas y horarios. Renfe seguirá prestando el servicio en Euskadi hasta diciembre de 2027, que es cuando finaliza el actual contrato, aunque podría prorrogarse hasta 2032.

El mapa ferroviario vizcaíno actual que tiene publicado en su página web Renfe incluye las cuatro paradas que hay entre Carranza y Aranguren (Villaverde de Trucíos, Artzentales, Traslaviña y Mimetiz). Pero hace unas semanas, esta conexión aparecía bajo la denominación C-5. Horas después, la operadora borraba el documento asegurando que se había tratado de «un error», según publicó 'eldiario.es'.

Preguntada por esta cuestión, la consejera subrayó que el departamento «ha solicitado aclaraciones a Renfe Viajeros, que ha subsanado este error interno puntual y ha comunicado que ha reforzado los protocolos de validación para evitar incidencias similares». Además, insisten en que la línea no está diseñada en su totalidad y que aún no se han definido los detalles relativos a paradas, frecuencias o tarifas.

Entre las concesiones de Renfe cuando se hizo efectiva el traspaso de competencias al Ejecutivo autonómico también se acordó que la operadora sustituiría las 25 unidades más antiguas, de un total de 44 que componen la flota de Euskadi, por trenes con mejor prestaciones en el plazo de tres años. La falta de accesibilidad de los vagones de las líneas vascas también es una de las reclamaciones habituales de los usuarios, que han protagonizado numerosas protestas para atender a las necesidades de las personas con movilidad reducida.