Blanca Suárez y su incidente con la policía
La actriz estaba rodando una escena temeria de su última película en plena Gran Vía de Madrid
elcorreo.com
Martes, 21 de junio 2016, 09:26
Blanca Suárez ha pasado unos momentos complicados durante el rodaje de una escena algo temeraria que llevó a cabo en el corazón de Madrid. La joven actriz no se jugó solamente la vida, sino que también se pudo ver en una encrucijada con una patrulla de la Policía Nacional, que no dudó en detenerla y llamarle la atención.
Según narra Suárez en su blog para la revista Vogue, se encontraba en la Gran Vía de Madrid rodando una escena en la cual tenía que cruzar los cuatro carriles con el semáforo en rojo para el peatón. Una situación ya hartamente compleja. «Parece que la gente que se mete en los coches se vuelve invidente por un corto plazo de tiempo. Yo, como quien no quiere la cosa, tenía que cruzar con un paso de procesión y pintas tan dudosas como llamativas. El caso es que lo que me asustaba no era el frenazo de los coches, ni que me miraban es que ¡no paran!», relataba en su blog.
Por fortuna, recordaba que ningún coche llegó a impactar «porque algún ángel de la guarda estaba muy atento de mí» porque «a los conductores no les faltaron ganas de pillarme». Pero el problema llegó cuando fue interpelada por una patrulla de agentes de la Policía. Uno de ellos llegó a cogerla del brazo para detenerla en su intento. Fue entonces cuando Suárez le confirmó que se trataba del rodaje de la escena. «¡Ay perdón! Discúlpame de verdad...», esgrimió el policía quien vio cómo la temeraria actriz se echaba a reír. Blanca relató así el momento de forma literal:
«Lo que me pareció curioso fue la reacción de la gente (reacciones reales) a algo así. ¿Qué fue lo más espectacular? Que empecé a oír gritos detrás de mí: ¡Eh, chica! ¡Oye!! ¡Tú! ¿Se puede saber qué haces?? Y de repente una mano me agarró del brazo y me giró. Y yo cerrando los ojos (y pensando, no por favorlo que me faltaba) descubrí que era la Policía Nacional la que me estaba pidiendo explicaciones y tratándome como si fuera una tarada real en mitad de la Gran Vía de Madrid.
Entonces yo me dije: Blanca, piensa rápido, ¡a ver qué le vas a decir a este agente! Así que con cara de compungida le dejé intentando zafar mi brazo de su mano, discúlpeme agente pero es que estamos rodando una película y verá está usted en mitad de una escena con lo que él se quedó realmente paralizado y empezó a buscar la cámara a su alrededor.
Lo que no sabía es que la cámara se encontraba a muchísimos metros del suelo sobre nosotros y el equipo estaba camuflado entre todos los viandantes de la calle. Así que le dije señalando hacia el cielo puede ver la cámara allá arriba? Y entonces él miró y automáticamente se dirigió hacia mí poniéndose rojo como un tomate y diciéndome: ¡Ay perdón! Discúlpame de verdad Y yo de los nervios y del susto me eché a reír como una niña pequeña, le empecé a decir que no pasaba nada, que entre mis pintas y la locura que estaba haciendo era perfectamente normal que no sólo me hubiera llamado la atención, ¡sino que me hubieran detenido directamente!».