Las forenses descartan que la acusada de matar a la niña de 9 años sufra una enfermedad mental

Según han comentado, la mujer llegó a sentirse «ofendida» cuando le preguntaron si podía haber sufrido un brote psicótico. «Tan sólo refirió que había tenido insomnio en los dos o tres días previos» al asesinato, perpetrado el pasado 16 de enero en el domicilio familiar de la calle George Stern del barrio de Atxuri. Para las forenses, el relato de hechos de la acusada, que desde el principio culpaba a un encapuchado de haberla empujado a matar a su hija mediante la ingesta de medicamentos y por asfixia, representa una «explicación pueril con una justificación débil, ya que no hay una amenaza de suficiente entidad». Han recordado en la vista oral que la acusada tan sólo mencionó el cuchillo con el que supuestamente le intimidó aquel hombre «al final de la declaración». «Si hay algo traumático suele ser lo primero que se dice. A sí funciona la memoria», ha explicado una de las peritos, a la que le pareció «sorprendente» que el individuo, supuestamente, «la obligara a ir al baño para cortarse las venas en una situación de amenaza».

El abogado de la acusación particular ha preguntado a la experta en Psiquiatría por una posible explicación de los asesinatos de niños a manos de sus madres. «El móvil final lo desconozco. Podemos hablar de que padecía situaciones adversas, como la intervención de los servicios sociales en su familia o que temiera que el padre fuera a solicitar la custodia». En la entrevista, 'Ada' se presentó como «una madre ejemplar, que adoraba a sus hijas» y calificó de «buena» su relación con Kiara. No así con su hija mayor, Josune, con quien mantenía discusiones. Esta chica, de 20 años, también fue examinada por las forenses y les indicó que era ella la que se encargaba de controlar las obligaciones escolares de su hermana y que estaba preocupada por su sobrepeso.

Las expertas en Psiquiatría también han rechazado que la mujer estuviera afectada por el consumo de 'polvo de ángel', que ella misma negaba. Un médico había apuntado en la sesión anterior que podía tratarse un falso positivo, ya que en el posterior análisis de sangre en el laboratorio no se había detectado esta droga. Provoca efectos alucinatorios, equiparables a los de una esquizofrenia, y «no concuerda con lo que ella refiere, de que estaba tranquila siguiendo las órdenes de un tercero».

También han testificado los tres doctores que atendieron a la mujer cuando ingresó en Urgencias, fue derivada a Anestesia de Reanimación y despertó del coma en el hospital de Basurto. Como antecedentes médicos, a 'Ada' se le diagnosticó depresión en 2014 y padecía una doble hernia discal por la que tenía pautados opiáceos contra el dolor. En 2018, ingresó por un cuadro de abuso de estas sustancias, que tomaba sin control. En 2012, fue sometida a una reducción de estómago contra la obesidad mórbida que presentaba. Posteriormente, le recetaron antidepresivos que seguía tomando hasta la fecha.

Esta tarde continúa el juicio con las conclusiones e informes finales de las partes.