La Fiscalía culpa a un matadero clandestino del aumento de buitres en el aeropuerto de Loiu

La fiscal superior, Carmen Adán, sostiene en su informe que la proliferación de buitres en el entorno de la terminal vizcaína -que han provocado varios incidentes con aeronaves- tiene su origen en «una explotación de ganadería ovina que se empleaba para sacrificar animales conforme al rito halal, sin disponer de autorización, fuera de control veterinario y sin adoptar medida alguna en relación a los restos y despojos» resultantes de los sacrificios. Según la costumbre musulmana, animales como las ovejas o las aves deben recibir un corte limpio en la garganta y morir desangrados. El matarife tiene que ser musulmán y debe realizar el sacrificio orientado a La Meca.

En junio del año pasado, el Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Comercial advirtió del peligro que entrañaba la presencia de estas aves de gran porte en las proximidades de la pista de aterrizaje. El 6 de mayo, una de estas carroñeras había impactado en la turbina de un avión procedente de Valencia con 180 pasajeros a bordo. Restos del motor dañado cayeron sobre una zona habitada de Zamudio. Según los pilotos, hasta esa fecha habían realizado en Loiu 92 avistamientos de estas aves carroñeras. Algunos ornitólogos creían que el cierre del vertedero de Igorre había provocado su desplazamiento en busca de comida.

La Fiscalía detalla también que en 2018 se abrieron 82 procedimientos por delitos contra el medio ambiente, frente a los 61 del año anterior y advierte que algunos casos no habían sido antes objeto de actuación por parte del Ministerio público.

Cita, entre otros, los 27 caracoles gigantes africanos decomisados a una pasajera nigeriana en el aeropuerto de Loiu por la Guardia Civil cuando iban a ser introducidos en el país. Se trataba, en principio, de la 'achatina fulica', «una de las cien especies exóticas invasoras más dañinas del mundo», por lo que era una «conducta perseguible». Sin embargo, después de varias periciales, un experto del Museo de Ciencias Naturales de Madrid concluyó que pertenecían a otra especie no invasora y por tanto inocua, la 'archachatina marginata', conocida como el 'caracol raspador de plátano'. Según explica la fiscal, el informe fue derivado al instituto armado para que en futuras ocasiones puedan «distinguir» unos de otros.

Adán sostiene que la intervención de la Guardia Civil resulta «decisiva en un inusitado número de asuntos relacionados con el tráfico de animales protegidos». La fiscal menciona una batería de operaciones en las que se incautaron desde un abrigo de ocelote hasta una lechuza común, patas de elefante y tortugas 'testuda marginata' y 'mississipi'. Revela también que hubo una intervención en una lonja del partido judicial de Barakaldo, donde se ofertaba un león disecado y piezas de marfil, objetos todos ellos a los que se sometió a la prueba del carbono 14.

Los percebes y la pesca ilegal de tiburón en Ondarroa también aparecen en una memoria que no recoge, sin embargo, ningún caso de maltrato animal.