El fiscal solicita cinco años de internamiento para los menores del crimen de Algorta

Los hechos se registraron alrededor de las 23.00 horas del pasado 25 de mayo. Los acusados se encontraban celebrando una fiesta de cumpleaños en un el domicilio de una de las implicadas, en la Avenida Basagoiti, en el barrio getxotarra de Algorta, pero bajaron a la calle. Según el relato del fiscal, en ese momento «se produjo una discusión entre este grupo y la víctima, Juan Felipe García Salazar, de origen colombiano y 23 años.

En ese primer encontronazo «se intercambiaron diversos golpes sin mayor trascendencia». Seguidamente, «en venganza», continúa el Ministerio público, «todos los menores acusados, de común acuerdo, decidieron subir al domicilio para coger tres cuchillos de cocina. Una de las chicas esgrimía uno y dos de los chicos, los otros. Entonces, «salieron a buscar a Juan Felipe con la intención de agredirle y causarle la muerte». Según el fiscal, uno de los chavales iba diciendo: «¡Yo a este tío lo voy a apuñalar!».

Cuando llegaron a su encuentro, en las cercanías del restaurante Satistegi, «le rodearon para asegurar el resultado y debilitar su posible defensa y empezaron a golpearle al tiempo que le hacían diversos cortes en los brazos con los cuchillos». En ese momento, fue «apuñalado por la espalda» por uno de los acusados.

La agresión le causó una «herida incisa penetrante por el tercio medio de la espalda derecha», que atravesó la musculatura y penetró en el pulmón derecho. El joven murió desangrado a causa de un shock hipovolémico a los pocos minutos sin que los servicios de emergencias que acudieron al lugar pudieran hacer nada por recuperar sus constantes vitales.

A continuación, «para evitar su identificación», los cinco menores presuntos agresores huyeron del lugar «introduciéndose en el metro y deshaciéndose de los cuchillos, que tiraron a una papelera», donde fueron localizados por las patrullas. Un agente de la Policía Municipal de Bilbao fuera de servicio, que se encontraba en la zona tomando algo con su cuadrilla, les vio y avisó a sus excompañeros en la guardia urbana getxotarra. Junto con la Ertzaintza, los policías lograron llegar a tiempo a la estación de Telletxe y procedieron a su detención justo antes de que se montaran en el suburbano y desaparecieran.

Ese mismo día, cuatro de los menores arrestados fueron puestos a disposición de la Fiscalía, que solicitó que se dictara contra ellos una medida cautelar de internamiento en régimen cerrado, que se ha prolongado hasta la actualidad.

La quinta implicada quedó inicialmente en libertad provisional al entender que no había tenido una participación directa en los hechos. La Fiscalía y su defensa propusieron que fuese sobreseída su acusación, pero la Sección Primera de la Audiencia vizcaína ha decidido desestimar el recurso y mantener de momento la imputación. «La menor huye junto a los demás y es detenida con los varones». Además, según los agentes policiales, las dos mujeres «reconocieron ante ellos haber participado en los hechos». «El apuñalamiento de la víctima –según la sala– fue una acción supuestamente grupal», por lo que habrá que resolver si esta joven también fue responsable durante el juicio. Los jueces reprochan al fiscal que el recurso parezca más contra una sentencia que propio «de esta fase procesal».

Dos de los acusados tienen abiertos varios procedimientos en Fiscalía por diferentes hechos delictivos que están siendo investigados. Cuando murió, Felipe, huérfano de madre por enfermedad, tenía dos hermanos, que se presentan en la causa como acusación particular.