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La estación de Atxuri vacía sus andenes
La entrada en la Línea 3 de los trenes que unen Bilbao y Bermeo cierra 137 años de historia de esta terminal ferroviaria
EuskoTren inicia mañana lunes el horario de invierno con una novedad: la entrada de los trenes que unen Bilbao y Bermeo en la Línea 3. ... Así se cerrará la historia como terminal ferroviaria de la estación de Atxuri, que empezó hace 137 años.
El domingo 30 de mayo 1882, «verificada la bendición de los carruajes por el digno señor párroco de Begoña, el tren inaugural, en cuyos 'wagones' iba una banda de música tocando alegres piezas, partió a las diez menos cuarto en medio de las aclamaciones de la muchedumbre que lo presenciaba y del estallido de los cohetes que hendían la atmósfera y de los petardos colocados en los 'rails' para que estallasen con la presión de las ruedas». Así contaba 'El Noticiero bilbaíno' la apertura de la estación de Atxuri, aunque no se trataba de la actual, sino de una anterior, de dimensiones más modestas. Aquel edificio, diseñado por el arquitecto Sabino Goicoechea, también director de la Compañía del Ferrocarril Central de Vizcaya, apenas fue mencionado por los periodistas que cubrieron el acontecimiento. La novedad era el propio tren, que unía Bilbao y Durango. Como dijo el gobernador civil, había que «dar la más entusiasta bienvenida al elemento civilizador».
Todo el trayecto hasta Durango fue triunfal, con multitudes que aplaudían al paso de aquel primer convoy. Según escribió un redactor anónimo de 'El Noticiero', «hasta los más rústicos y sencillos campesinos comprendían la trascendencia e importancia del nuevo progreso que se realizaba en la hermosa comarca que el tren recorría».
El edificio incluía un café con un comedor para un centenar de comensales y nueve habitaciones
1914
«Exquisito sabor vasco»
El investigador ferroviario Juanjo Olaizola cuenta en su blog 'Historias del tren' que las dependencias de aquella primera estación de Atxuri «pronto quedaron pequeñas ante el creciente tráfico que registraba la línea del Central de Vizcaya, sobre todo a medida que sus servicios se prolongaban hacia Gipuzkoa». En 1906, la empresa «se integró en la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados, junto a las empresas concesionarias de las líneas de Durango a Zumarraga y de Elgoibar a Donosti». Bilbao y San Sebastián ya tenían conexión ferroviaria. Hacía falta una nueva estación.
La actual se inauguró el 23 de febrero de 1914. El edificio, proyectado por Manuel María de Smith tiene un estilo «del más puro y exquisito sabor vasco» -según dijo entonces 'La Gaceta del Norte'-, ofrecía todo tipo de «ventajas y comodidades a los viajeros», además de «embellecer el populoso barrio de Atxuri». Contaba con instalación de luz eléctrica «brillantísima», según aquel periódico. «Además hay cuartos de 'toilette' para señoras, guardarropa, lavabos y otros servicios». Entre ellos, destacaba el «hermoso salón de café en rotonda y con vistas al vestíbulo», en el primer piso, con «un amplio comedor, capaz para un centenar de comensales». Gestionado por el hostelero Modesto Arana, el establecimiento se completaba con nueve habitaciones en la planta superior.
En 1929 llegó la electrificación de la línea férrea. Se instalaron postes y catenarias, aunque la estación en sí no sufriría mayores modificaciones. Acogió la sede social de la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados y después, desde 1982, las oficinas de EuskoTren. Los daños causados por las inundaciones de agosto de 1983 obligaron a renovar el edificio, que desde entonces solo ha vivido reformas parciales, como las realizadas en 2002 para recibir al tranvía y remodelar el vestíbulo.
Las inundaciones de 1983 destrozaron las instalaciones
La estación de Atxuri no ha sido ajena a las vicisitudes históricas. Así, durante la Guerra Civil las dependencias de hostelería, que ya habían dejado de funcionar, se convirtieron en «la sede de la policía de ferrocarriles de la Ertzaintza», según escribe Juanjo Olaizola. El episodio más grave de la historia de la estación ocurrió en agosto de 1983, cuando fue destrozada por las inundaciones. «El transporte ferroviario está entre los sectores más afectados por la catástrofe», decía EL CORREO el 29 de agosto. «Material móvil destruido, corrimientos de tierras sobre las vías, roturas en el tendido eléctrico, raíles desviados y sistemas de señalización inútiles son algunos de los daños», describía una noticia ilustrada con una imagen de los andenes de Atxuri convertidos en un amasijo de raíles, traviesas, vagones y barro. «Además de los destrozos sufridos por el propio edificio, las aguas destruyeron una pequeña cochera existente junto al paseo de Los Caños y arrastraron varios vehículos al lecho del río», cuenta Olaizola.
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