Los empresarios de los barcos eléctricos por la ría contratan a Gehry para los embarcaderos

La firma de Gehry sería la guinda a una propuesta que prevé invertir 50 millones de euros hasta 2027, con la construcción de unos 15 catamaranes eléctricos, de entre 14 y 19 metros de eslora. Los promotores, que constituyeron hace un año la sociedad Bilbao River Company (Compañía de la ría de Bilbao), han presentado ya la idea a todas las instituciones implicadas. Han apretado el acelerador de la iniciativa y, en las últimas semanas, han mantenido reuniones con el Gobierno vasco, la Diputación y los ayuntamientos ribereños. Su mejor aval es que cuentan con la concesión administrativa de la Autoridad Portuaria para explotar seis embarcaderos de nueva construcción y acaban de solicitar permiso para instalar otra decena de ellos. Y ahora cuentan también con la baza de Gehry.

Los empresarios se han presentado ante las instituciones con los diseños del afamado arquitecto. El trabajo está prácticamente finalizado: es una realidad sobre el papel y solo faltaría plasmar la obra sobre el terreno. El equipo del canadiense desarrolló el trabajo de concepción y diseño durante el año pasado.

Los edificios planteados por el premio Pritzker no serían muy grandes. Tendrían entre 300 y 450 metros cuadrados, según la información que se ha proporcionado a los consistorios. Serían un alarde estético, pero también funcional, porque está previsto que estas estaciones alberguen, además de los servicios para los pasajeros, locales de hostelería o tiendas.

Las dos más importantes se ubicarían cerca de los estribos del Puente Colgante, a ambos lados de la ría, en Las Arenas y Portugalete (en el paseo de la Canilla). Y por los datos que han revelado, tendrían una forma que simularía una embarcación. También sería peculiar su construcción, ya que seguiría un planteamiento modular. Los embarcaderos podrían llegar por barco y serían ensamblados por piezas en las orillas que se van a ocupar dentro siempre de terrenos que pertenecen al Puerto.

Los responsables de Bilbao River Company acudieron en 2023 a Los Ángeles a cerrar el acuerdo con el reconocido arquitecto, que tiene 94 años pero sigue en activo. Según las fuentes consultadas, Gehry se habría mostrado «encantado» de poner su firma en un proyecto que aspira a poner en valor la ría, en la ciudad que alberga una de sus obras más queridas. Para diseñar los embarcaderos, el canadiense ha contado también con la ayuda de su inseparable colaborador en España César Caicoya.

La última visita de Gehry a Bilbao fue en el otoño de 2022, cuando participó en los actos del 25 aniversario del Guggenheim. Siete años antes, en 2015, había asistido a la inauguración del puente que lleva su nombre y que enlaza Zorrozaurre con Botica Vieja; un diseño de Guillermo Capellán y Héctor Beade. En aquel acto se deshizo en elogios hacia Bilbao. «Vine aquí y me enamoré de su gastronomía y sus gentes. Amo esta ciudad y volveré», prometió. Ahora, si el proyecto de Bilbao River Company llega a buen puerto, el creador de origen canadiense añadirá una obra más al legado que deja en Bizkaia.

La posible construcción de los embarcaderos de Gehry forma parte de un contexto y un momento histórico en el que los municipios del Gran Bilbao han vuelto su mirada hacia la ría. Según los promotores de la línea de barcos eléctricos, su proyecto es complementario a un buen número de iniciativas que cada consistorio ribereño ha ido anunciando de manera individual. Barakaldo, por ejemplo, se ha abierto al curso fluvial con un gran parque que ya se está construyendo junto a la zona Urban.

En Bilbao se está implementando el plan urbanístico de Zorrozaurre. Y Erandio vive ilusionada con la pasarela peatonal y ciclista que le unirá con Barakaldo. De manera paralela, la Diputación está dando ya los primeros pasos para construir el gran bulevar que articulará la Margen Derecha, entre Elorrieta y el Puente Colgante en Las Arenas.

Bilbao River Company ofrecerá un proyecto global, que cosería todas estas propuestas locales, de manera que sea posible, por ejemplo, darse un paseo por el nuevo bidegorri entre Getxo y Bilbao y coger después un barco para visitar el parque de ribera de Barakaldo. Esta es la idea que han transmitido a los diferentes ayuntamientos. Los barcos, no contaminantes al ser propulsados por motores eléctricos, servirían como nexo de unión y darían un soporte de movilidad. No solo a los turistas sino también a todos aquellos vizcaínos que quieran disfrutar de su tiempo libre en la ría.