«No se trata de una gamberrada, sino de alguien al que no le gustan los gatos»

La asociación Elorrixoko Kale Katuak, creada este mismo año para el cuidado y control de gatos callejeros en Elorrio, ha denunciado el destrozo de la mitad de los puntos de control felino instalados en la villa hace quince días y con las que el consistorio buscaba poner fin a los problemas de convivencia surgidos por el aumento de colonias incontroladas de gatos en la villa. «Han sido rotos con alevosía, en zonas de difícil acceso que nos hace pensar que no se trata de una gamberrada, sino de alguien al que no le gustan los gatos», lamenta desde el colectivo Jose Angel Presa. Según ha anunciado hoy la alcaldesa Idoia Buruaga, las casetas se repondrán de inmediato como apuesta municipal por este método de control sin muerte.

Los hechos han tenido lugar en la madrugada del pasado viernes y ayer. El primer punto que daba servicio a una de las colonias de gatos callejeros más importante de Elorrio y que se ubicaba junto a una casa abandona frente a Correo, daba servicio a una quincena de felinos. La segunda, y de mejor acceso, estaba emplazada en la zona de un establecimiento veterinario. «La gente no entiende que esto es bueno para todos», ha insistido Presa.

Aunque desconoce el motivo del destrozo, la regidora de la coalición soberanista ha asegurado que si se trata de un hecho intencionado podría venir provocado por el «desconocimiento» de la ciudadanía por el uso de estas casetas. «No se trata de ponerles un hogar a los gatos, sino de controlar esas colonias, mantener limpia la zona y esterilizar a los animales poco a poco para impedir que sigan creciendo en número», ha explicado. Durante los meses que lleva en funcionamiento la asociación Elorrixoko Kale Katuak de manera desinteresada han capturado y esterilizado a 18 felinos, de los cerca de 70 que según el colectivo deambulan en la villa instalados en 11 colonias. De momento solo se han instalado cuatro centros de control en otras tantas zonas habituales de gatos callejeros.

Presa es consciente del malestar que genera tener una colonia de este tipo junto a las viviendas, pero advierte que «dos gatos en un barrio no molestan, 20 sí». El método CES (captura, esterilización y suelta) se centra en los llamados 'gatos ferales', animales demasiado salvajes para «dejarse tocar» o vivir en una casa. Además de esterilizarlos, los antiparasitan y les curan si están enfermos. Después se les devuelve a su entorno, dónde ya existe un control y se les alimenta con pienso para evitar moscas, ratas y palomas que proliferan cuando se les da productos frescos, restos de pescado... Una de las claves para el éxito de este programa, que ya funciona en el casco viejo de Bilbao, Barakaldo, Santutxu o Zorroka son los voluntarios que se encargan de comprobar la evolución de las colonias, ofrecer alimentos secos y controlar su estado de salud. En Elorrio, esta labor corre a cargo de Elorrixoko Kale Katuak. No obstante sus efectos no son inmediatos, y suelen dejarse ver en torno a los cinco años.

En los últimos años en Elorrio han aumentado las denuncias por focos de basura generados por la comida que se les echaba a los gatos «en cualquier lado», lo que atraía también a las ratas, cucarachas o palomas. También se han dado caso de envenenamientos. Se detectaron entonces algunas colonias importantes de gatos; en Anduetxeta, en Lariz, en Azpikoerrota y en Argiñeta, entre otras, ante lo que decidieron actuar. El mapeo de la población felina de Elorrio fue completa por Elorrixoko Kale Katuak que señaló 11 puntos de cobijo o alimentación de gatos callejeros, y se arrancó con una campaña de control de las colonias, propuesta por Herriaren Eskubidea y aprobada en pleno por unanimidad. El objetivo último no es otro que mejorar la convivencia y conseguir un equilibrio entre los animalistas y los vecinos que sufren molestias a causa de estos animales, evitando suciedad y malos olores, que no se vean gatos por la calle y que los animales estén más sanos.

El control y la captura de los gatos lo realizan personas autorizadas por el Ayuntamiento que, identificadas mediante un carnet. Serán las únicas que podrán alimentarlos. Las personas que alimenten a los gatos fuera de esos puntos y a quien lo haga sin autorización en dichas casetas serán sancionadas.