«Sufro el ruido constante cada fin de semana»
Los vecinos piden una mayor participación y presencia policial en la zona de los bares y en el ocio nocturno
«Sufro el ruido constante cada fin de semana», lamentó tajante una vecina del casco viejo en la reunión convocada por el Ayuntamiento en la tarde del martes para abordar el problema que aseguran les atormenta desde hace años. Un problema que entienden pasa por una mayor presencia policial en las calles. Lamentaron que apenas se haya contado con ellos para hacer frente a los problemas que llevan años soportando, prueba de ello es la ausencia de la mesa de trabajo que hace nueve meses se acordó crear la Corporación en una sesión plenaria. Una queja que la alcaldesa, Ima Garrastatxu, ofreció la posibilidad de solventarlo con la convocatoria de reuniones mensuales a partir de ahora.
El hartazgo por los ruidos que aseguran soportar los fines de semana y festivos acaparó buena parte de las críticas que se vertieron en el encuentro. El equipo de Gobierno local trató de calmar las protestas asegurando que tanto la empresa adjudicataria como los técnicos que van a desarrollar el mapa de ruidos se reunirán con los representantes de la asociación vecinal Durangoko Alde Zaharra (DAZ). Lamentaron que la pandemia imposibilitara llevar a cabo la medición que se consensuó realizar en marzo de 2020.
Las mediciones se efectuarán en los mayores focos de ruido, así como en los balcones y las ventanas de las viviendas en diferentes franjas horarias, además de convocar unas mesas de trabajo con los vecinos para concretar días y horas. Con los resultados, se implantará un proceso participativo con todas las acciones a implementar.
El presidente de DAZ, José Mari Arrillaga, hizo hincapié en que el Defensor del Pueblo incidió en que el mapa de ruido se realice en «un periodo de tiempo suficiente y más desfavorable en la mayor concentración de actos». En este sentido, una de las vecinas que reside en Kalebarria relató su dramática situación. «Sufro el ruido constante cada fin de semana. Mi casa da a una plazoleta y hay vandalismo, nos han roto varias veces los cristales del portal. Nos quejamos del orden público nocturno y exigimos mayor presencia de las patrullas policiales», reivindicó. Otros de los asistentes se quejaron a su vez de los ruidos que producen los altavoces de la música en distintos bares
Control del ocio nocturno
La gran mayoría de los vecinos congregados en el Ayuntamiento volvieron a reclamar una mayor presencia policial en las horas de mayor afluencia. «Necesitamos que patrullen más veces por los diferentes puntos para controlar el ocio nocturno. El viernes pasado vi a dos personas con navajas delante de mi casa y nos gustaría pedir un aumento de efectivos de la Policía Municipal y la Ertzaintza», manifestaron.
Desde el colectivo vecinal también expusieron su malestar por la cada vez mayor presencia de patinetes eléctricos, «causando un peligro para los viandantes». En este sentido, los responsables municipales señalaron que estos vehículos tienen que desplazarse por la carretera, según la normativa.
En el encuentro, por otro lado, se adelantó que en mayo comenzarán las obras para la implantación de la fibra óptica. Una vieja demanda vecinal que el Ayuntamiento tratará de solventar con la inversión de 91.000 euros. La red de expansión se espera que alcance al 98% de las viviendas.El consistorio mostró su intención de resolver el problema de los resbalones en el suelo a través de la técnica del abujardado. Estas obras comenzarán antes del 31 de marzo en la calle Bartolomé Ertzilla y atravesarán diferentes zonas hasta terminar en Andra Mari. Estos trabajos que alcanzarán los 12.000 metros cuadrados se prolongarán durante cinco meses en los que la adherencia estimada del pavimento es de diez años y se han adjudicado por 119.000 euros.