«Yo empiezo a escribir con el propósito de entender lo que me estaba pasando»
Iratxe Etxebarria presenta esta tarde en Durango su libro '7.300 miligramos escitalopram', donde narra su lucha contra el estrés y la ansiedad, ofreciendo herramientas de autocuidado y esperanza a quienes se enfrentan desafíos similares
Iratxe Etxebarria ha encontrado en la escritura una forma de sanación y autoconocimiento. En su libro, '7.300 miligramos escitalopram', refleja sus vivencias, además de dar testimonio de la lucha contra el estrés y la ansiedad que afectaron su vida profesional. «Yo empiezo a escribir de una manera terapéutica con el propósito de entender lo que me estaba pasando», ha explicado Etxebarria, destacando cómo el anotar sus síntomas se convirtió en su herramienta a fin de expresar sentimientos que le resultaban difíciles de verbalizar.
Este jueves presentará su libro a las 19.00 horas en la biblioteca 'Hitz' de Durango, un municipio al que guarda especial cariño debido a la gran acogida que recibió en diciembre en la Azoka de la villa. Por otro lado, en esta ocasión estará acompañada por el periodista Iñaki Guridi. «Él fue quien me ayudó a hacer pública mi historia», ha expresado Etxebarria, agradecida por el apoyo que obtuvo.
El ejemplar se estructura en tres partes, cada una de ellas construida a partir de diferentes etapas de su proceso de curación. La primera es un resumen de reflexiones personales, donde las dudas y los enfados emergen sin la intención de publicarse. «Escribía para entenderme a mí misma», ha señalado. La segunda se convierte en una crónica de autocuidado, apoyada en la literatura científica en la que centró su lectura en aquel momento: «El cuerpo necesita descanso, la mente paz y el corazón alegría». La tercera parte ofrece herramientas prácticas y recursos que le fueron útiles en su evolución.
Etxebarria, que llegó a estar en lo que algunos llamarían «el top del éxito» en su trabajo como periodista, ha confesado que eso fue lo que le generó un estrés crónico que finalmente la llevó a enfermar y a coger la baja en el verano de 2022. «Yo tenía unas condiciones económicas que me permitieron, al igual que tener atención psiquiátrica privada, pero muchos no tienen esa suerte», ha reflexionado. «Siento la obligación de contar mi historia con el fin de que otros no lleguen al nivel que yo llegué», ha agregado.
A medida que Etxebarria comparte su experiencia, ha descubierto que su trayectoria coincide con la de muchas personas. A lo largo de sus presentaciones y talleres, ha recibido el apoyo de algunos que han pasado por situaciones similares. «Hay mucha gente que se me acerca para contarme que están en una posición parecida o que han conseguido superarla», ha dicho. La finalidad de su narrativa es sanar a la propia autora, aparte de ofrecer consuelo y comprensión a quienes luchan con su salud mental. «Autocuidado no significa realizar grandes cosas; también es parar un segundo y preguntarte qué tal te sientes», ha asegurado.
Un aspecto fundamental de su obra es la colaboración con la ilustradora duranguesa June Baonza, su amiga desde hace años. «Quería que lo hiciera bonito, porque me estaba desnudando de alguna manera», ha explicado. Las ilustraciones, que surgieron de conversaciones en Landako, han añadido una capa de belleza a un tema doloroso.
El título se basa en la medicación que tomó durante su proceso de recuperación. «Desde el minuto uno, mi preocupación fue saber cuándo podría dejar de tomarla», ha confesado. Etxebarria recuerda un año de su vida marcado por la necesidad de ver «la luz al final del túnel». Hoy en día no solo ha logrado publicar su proyecto, sino que asimismo se dedica a ayudar a los demás en el camino. «Hago procesos de coaching con personas que han estado en una situación similar a la mía», ha comentado. Su objetivo es prevenir que otros alcancen los niveles de estrés que ella vivió.