Denuncian el abandono de la cantera de Atxarte y urgen a su restauración

Desde Atxarte nace un sendero que asciende hacia un bosque de centenarias hayas que cubre la parte baja de la ladera de Astxiki. De continuar el camino también se puede llegar hasta Alluitz, o hasta la famosa fuente del Pol-Pol e incluso hasta Anboto. La pandemia ha disparado las visitas al monte y cada vez son más los que se animan a realizar este paseo. Pero los que se adentran en él para hacer senderismo y ver sus impresionantes crestas rocosas se topan, junto al aparcamiento, con una imagen que parece sacada de una película. Camiones de gran tonelaje, maquinaria, tubos oxidados desprendidos de las paredes, bidones roídos…, ruinas pertenecientes a una antigua cantera que siguen allí estacionadas, como si el tiempo se hubiera detenido.

El «abandono» y los riesgos que entraña llevaron ayer a la formación Berdeak Equo a urgir la inmediata restauración del entorno tanto al Consistorio de Abadiño, localidad en la que se ubica, como al Gobierno vasco. Tras enterarse de la demanda por este periódico, el alcalde abadiñarra, Mikel Garaizabal se comprometió a «analizar la situación», si bien advirtió que la solución pasa por la implicación de otras instituciones.

El escenario se ha ido deteriorando en los últimos veinticinco años y «parece haber caído en el olvido institucional», reprochaban ayer desde la formación verde. Censuró que, después de años de litigios entre empresarios e instituciones y, tras varios intentos fallidos de restauración, sigue sin recuperarse esta zona enclavada dentro del Parque Natural de Urkiola.

Ante esta situación, instan al Consistorio de Abadiño y al Departamento de Medio Ambiente del Gobierno vasco a que asuman su responsabilidad y retomen su obligación de intervenir en esa zona. «Medio Ambiente debe exigir de una vez por todas al Ayuntamiento la presentación del proyecto de restauración de la cantera, para devolver ese emblemático espacio a su estado natural y no desentenderse de ello como ha venido pasando todos estos años», matiza Joserra Becerra.

Pero lo cierto es que la huella oxidada y lacónica de la cantera esconde un conflicto iniciado hace más de dos décadas. Llevan paralizadas desde 1995, y según dio a conocer hace años el Gobierno vasco, el Ayuntamiento es el único responsable de su restauración. «El gobierno local, entonces en manos del PNV, cometió un fallo muy gordo. Los pliegos para la concesión de la explotación no contempló que las empresas tendrían que hacer frente a la recuperación una vez finalizara la concesión», aclararon desde EH Bildu.

Desde su cierre, las canteras de Abadiño han sido un auténtico quebradero de cabeza para el Consistorio. El plan de recuperación que se pretendía poner en marcha fue paralizado en 2012 por la oposición. PNV y EH Bildu no apoyaron la idea de los Independientes de regenerar Atxarte con las tierras sobrantes de las excavaciones del TAV. Basaron su negativa en que se pretendía desarrollar «un vertedero encubierto», que carecía de evaluación de impacto ambiental y sobre el que ni URA ni el Patronato de Urkiola se habían pronunciado. Pero que terminaron dando la razón a la coalición.

Años después, en 2016 se descubrió un vertido de petróleo, que volvió a encender la alarma. La coalición soberanista pidió al Ayuntamiento que se tomaran medidas «para que no hubiera daños mayores». Urgió, además, a restringir el acceso para garantizar la seguridad de mendizales y escaladores que han hecho de la cantera un lugar de paso en su ruta. «Con la pandemia y los cierres perimetrales, el aparcamiento de Atxarte suele estar hasta los topes y hay varios peligros expuestos», aseguran.

EH Bildu reivindica la redacción de un proyecto para analizar qué hacer con el entorno de las canteras. Tras retirar la chatarra y residuos, aboga por darle una segunda vida para el uso y disfrute de los ciudadanos en este entorno natural. «Está más que demostrado que Atxarte es muy importante para Abadiño y el Ayuntamiento lo tiene abandonado», reprochan.

Berdeak Equo también urgen a comenzar «al menos» con el desmantelamiento de los elementos ruinosos al suponer un riesgo para el entorno. Y piden que se aseguren los frentes de la cantera para «minimizar el riesgo de caída de piedras desde las paredes». Consideran, además, que el deterioro y hundimiento del firme de la carretera ha afectado al río Atxarte, hábitat del visón europeo, lo que pone en peligro esta especie.