30 años integrando a personas con discapacidad en Amorebieta
La asociación AIDAE refleja en una muestra fotográfica en el centro Zelaieta su recorrido con usuarios a los que les une el amor, la resiliencia, la alegría y, sobre todo, las ganas de vivir
Tres décadas de labor continua e incansable. La Asociación para la Integración de Personas con Discapacidad (AIDAE) ha organizado una exposición fotográfica en el centro Zelaieta de Amorebieta que se podrá visitar hasta el próximo 12 de julio. ¿Su objetivo? Dar a conocer y poner en valor el trabajo que realiza este colectivo. En esta muestra que tiene como título 'Personas', los zornotzarras conocerán a vecinos a los que les une el amor, la resiliencia, la alegría y, sobre todo, las ganas de vivir. Además, refleja su trayectoria durante estos treinta años.
Este colectivo promueve su desarrollo social mediante proyectos de ocio y tiempo libre. «Todo esto lo hacemos por la integración de las personas. Lo importante son ellas. Las imágenes son en blanco y negro para no dar lugar a luces y colores distintos, sino que la diversidad la ponen ellos en conjunto. La mirada con brillo y la sonrisa, las ganas de vivir y la resiliencia es lo que tienen en común todas ellas», subraya su presidenta, Esti Martín.
Todo comenzó en 1994, gracias a un grupo de familias que luchaba incansablemente para escolarizar e integrar las aulas de educación especial en las antiguas escuelas nacionales de San Fernando, hoy en día, el colegio público de Larrea en la misma localidad.
Actividades todo el año
«Comenzó con gente voluntaria con estudios de integración social y en el ámbito sociosanitario, que ayudaban en el ocio inclusivo a estos usuarios. Con locales o lonjas pequeñas, cada vez atendíamos a más personas y hoy en día, treinta familias acuden a la asociación y disfrutan de los programas entre semana, los sábados y domingos, salidas cortas, vacaciones en periodo estival...», resume Esti, que tiene una hija de 10 años con una discapacidad.
Un equipo de profesionales atiende a los usuarios de forma directa. «Es un sello importante porque forma un vínculo con los usuarios. Estos, cuando salen del núcleo familiar, tienen una figura de referencia en la escuela y en la asociación», resume.
Todos los días, de 17.00 a 19.00 horas, desarrollan un programa de ocio inclusivo en el centro Nafarroa, con un tiempo libre de calidad y la cobertura para las personas cuidadoras y familias. Ese tiempo es un descanso también para ellas y tienen la oportunidad de realizar danza, mezclar a pequeños y mayores, con actividades adaptadas a sus gustos y necesidades.
También realizan salidas de ocio cultural y los fines de semana, los usuarios de 10 a más de 60 años quedan a tomar algo, van a merendar o acuden a las fiestas del pueblo de al lado, además de ver una exposición o comerse unas rabas. Siempre guiados por un equipo con monitores que atienden todas sus necesidades.
En septiembre se iniciarán en diferentes disciplinas de deporte adaptado y también disfrutarán de la piscina en el polideportivo Larrea. «Estamos muy agradecidos por la ayuda del Ayuntamiento, que nos facilita un local en el pueblo, además de recibir una subvención. También podemos contar con las salas polivalentes en el centro Zelaieta. Es una ayuda muy grande», resume.
Los usuarios tienen discapacidad física e intelectual, algunos de ellos con enfermedades raras o patologías diferentes. Pero todos ellos siempre muestran ilusión por realizar diferentes actividades, además de publicar la revista mensual Kantarranas que recoge noticias desde una perspectiva inclusiva e integradora, de temática artística o pertenecientes al ámbito deportivo.
También realizan actividades conjuntas con otros colectivos como Geu Be. Ahora, un grupo pasará unos días en Cabanillas (Navarra) y en agosto, será el turno de Zarautz.