«Tranquila, no voy a hacer daño a nadie. Esto es contra la Universidad»
El alumno de 21 años que sembró el pánico este miércoles en el campus de Leioa descargó al menos 40 disparos de escopeta antes de ser detenido
Un estudiante de 21 años armado con una escopeta de cartuchos recargable sembró este miércoles por la tarde el pánico en el campus de la ... Universidad del País Vasco (UPV/EHU) en Leioa al entrar disparando en la facultad de Ciencia y Tecnología, sin que se produjeran heridos. Testigos de este «grave incidente» confirmaron numerosos disparos tanto dentro como fuera del centro docente. Hasta doce, según el comunicado oficial de la Ertzaintza. El decano de la facultad, Fernando Plazaola Muguruza, aseguró al término del tiroteo que los agentes recogieron al menos 40 cartuchos en el exterior del edificio. Al parecer, son del calibre 12 y 28, aptos para la práctica del tiro al plato. Pese a la magnitud del asalto, sólo se registraron daños materiales en cristaleras y fachadas, así como en una furgoneta rotulada de la UPV/EHU que estaba aparcada en la calle, contra la que el tirador también se cebó reventando las lunas y una puerta.
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Se trata de un alumno de la misma facultad de Ciencia y Tecnología, según desveló Fernando Plazaola a la salida del centro. En cuanto la Ertzaintza les facilitó el nombre del detenido –según algunas fuentes, natural de Andoain–, los docentes consultaron en sus bases y comprobaron que era un estudiante brillante. A una de las empleadas de la limpieza con las que se encontró, el joven armado le dijo: «Tranquila, no voy a hacer daño a nadie. Esto va contra la Universidad». Una frase que repetía como un mantra durante el asalto. De 1,75 metros aproximadamente de estatura, deambulaba por el interior de las instalaciones con paso lento. Llevaba puesta la capucha en la cabeza e iba vestido completamente de negro. Cargaba en una mano la escopeta. Al parecer, el arma, probablemente de caza, estaba a su nombre. La investigación abierta por la Policía autonómica arrojará más luz sobre el atacante.
Carro de la limpieza oculto
Todo ocurrió alrededor de las siete menos veinte de la tarde, una hora a la que aún se estaban impartiendo clases en las distintas facultades. De hecho, la mayoría de los alumnos y profesores tan sólo escucharon los disparos desde el interior de las aulas, no vieron nada más. «Ha venido el conserje a clase y nos ha dicho que iban a cerrar, que nos podíamos ir o quedar», explicaban dos estudiantes de Ciencias de la Información, que en ese momento estaban en la asignatura de Fotoperiodismo.
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Quienes vivieron de cerca la amenaza fueron las quince empleadas de la limpieza de la facultad de Ciencias, de la empresa OHL Servicios Integrales, y su encargado, que en ese momento retomaban el trabajo después de la hora de la merienda y que se refugiaron en los baños. Algunos testigos afirmaban que el joven se habría apeado de un autobús en la plaza Mikel Laboa, justo en la puerta de Ciencias, y empezó a disparar contra la fachada, dejando varios boquetes en los cristales con grabados de números, fórmulas y figuras geométricas. Después, subió las escaleras y se introdujo en el edificio, donde apuntó hacia un monitor de televisión haciéndolo añicos. «El primer tiro lo ha dado donde estaba yo», explicaba Idoia, una de las trabajadoras, con lágrimas en los ojos y muy impactada por el suceso. «Ha salido un profesor de un aula y ha preguntado: '¿Qué ha sido eso?' Entonces, he escondido el carro de la limpieza y me he acurrucado en un hueco. Después, ha pasado él con la escopeta. Era surrealista, no me lo podía creer», recordaba la mujer, que pensaba estar viviendo escenas de la película basada en la masacre de Columbine (tiroteo que causó 15 muertos y 24 heridos en un instituto de Estados Unidos). Mientras permanecía escondida, «seguía oyendo tiros de fondo y cómo los cristales se rompían».
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Vidrieras con fósiles
Las vidrieras con fósiles de una de las salas también fueron objeto de su ira. «Había fregado la entrada del sótano y había dejado la puerta abierta para que se secara». Engi, otra trabajadora, estaba junto al laboratorio y vio al individuo armado atravesar el pasillo en dirección hacia la Vía Julia (una de las calles que discurre por el campus). «Iba dando tiros a diestro y siniestro –«a mansalva», en palabras del decano– y hacía cosas raras, como si estuviera drogado». El estudiante salió entonces a la zona del Arboretum, junto al lago, donde continuó apretando el gatillo. Permaneció durante 50 minutos deambulando por la Universidad armado y sin control. «Le vi a unos 10 metros cómo cargaba y descargaba cada tres tiros, una y otra vez», explicaba José Luis, responsable de la limpieza.
– ¿Ha pasado miedo?
– No. Una persona que viene a hacerte daño hubiera tirado contra la gente y él decía que era una protesta contra la Universidad.
José Luis llamó por teléfono al vigilante de seguridad para avisar de lo que ocurría y él, a su vez, a la Ertzaintza. Las facultades empezaron a hacer sonar sus alarmas para advertir de la amenaza. La UPV/EHU emitió anoche un comunicado en el que informó de que se habían desalojado las facultades de Ciencia y Tecnología y la adyacente de Medicina y Enfermería y trasladó «un mensaje de tranquilidad a la comunidad educativa». Por la noche, Plazaola enviaba un mensaje a los alumnos en el que calificaba el suceso como «muy grave», pese a lo cual les emplazaba a acudir hoy jueves a unas clases que, anunció, «se desarrollarán con total normalidad».
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La Policía autonómica desplegó un amplio operativo para dar con el individuo armado. Agentes de la Unidad de Intervención y de los Bizkor, con cascos y escudos, tomaron el campus. Un helicóptero sobrevoló la zona para intentar localizar al sospechoso desde el aire mientras decenas de jóvenes abandonaban el campus a pie o se agolpaban a la esperaba de que se retomara el servicio de autobuses, que había quedado interrumpido por el suceso.
Finalmente, sobre las 19.30 horas, el autor del tiroteo era detenido por un delito de amenazas y daños junto al árbol de la vida, en la parte trasera de la facultad de Ciencias. El arma era intervenida también por la Policía autonómica, que retiró un coche, marca 'Fiat Punto' rojo estacionado en el campus.
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