Un estudiante con un buen expediente, «sin ninguna lacra» y sin antecedentes policiales
Poco después del ataque, Fernando Plazaola Muguruza, decano de la facultad de Ciencia y Tecnología aún no se podía creer lo ocurrido
En la facultad de Ciencia y Tecnología de la UPV de Leioa tardarán en olvidar lo ocurrido la tarde de miércoles en sus instalaciones. ... El joven que sembró el pánico con una escopeta disparando a todo lo que se encontraba a su paso, salvo a las personas, es un buen estudiante y nadie se explica lo que le pudo pasar por la cabeza para provocar momentos de terror y confusión entre los testigos de su acción. Entre ellos, estaba el decano, Fernando Plazaola Muguruza, que no salía de su asombro. «Ha sido un episodio increíble», admitía el docente, que respiraba aliviado al no haberse producido ningún herido.
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El joven protagonista de estos hechos -natural de Andoain según algunas fuentes- «estudia aquí», confirmaba el responsable educativo. Y no solo eso: «Es un buen estudiante, tiene un buen expediente, sin ninguna lacra». Y no tiene antecedentes policiales. Así que es difícil explicar qué le ha podido ocurrir para perpetrar semejante acción. Lo que sí ha confirmado este jueves Erkoreka es que portaba una escopeta que había comprado ayer mismo a través del portal de compraventa 'Mil anuncios«, y que poco antes del ataque había estado realizando prácticas en el campo de tiro de Artxanda. Erkoreka ha añadido que el detenido formalizó el registro del arma en el cuartel de la Guardia Civil de La Salve (Bilbao), poco después de comprarla.
En un primer momento, el chaval disparó a un monitor de televisión que había en la entrada y a la propia fachada. «Hemos contado hasta ocho cartuchos», aseguraba Plazaola. Luego, recorrió las instalaciones, descargó el arma contra varias recipientes «donde tenemos fósiles» que han quedado «hechos añicos», y huyó por la parte de atrás.
Algunos testigos presenciales aseguraban anoche que no conocían al autor de los disparos. Varios de ellos preguntaba a los periodistas más detalles sobre lo ocurrido y se felicitaban camino ya de casa de que no hubiera habido heridos. «Es lo mejor de todo. Cuando ves lo que ves, la cabeza se te va inmediatamente a esos casos de gente que entra armada a los colegios en Estados Unidos y provocan una masacre. Gracias a Dios, no ha sido así», decía un joven alumno antes de montar en el coche de un familiar que había acudido en su busca al conocer por los medios lo que había ocurrido en la UPV/EHU.
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