Cinco razones para leer (o no) el regreso de Corto Maltés

Corto Maltés vuelve a meterse en líos. El mítico personaje nacido de un marino galés y una gitana de Sevilla navega de nuevo pese a que su autor, Hugo Pratt, falleció hace veinte años. La editorial Norma saca hoy a la venta una nueva aventura de este antihéroe que ya forma parte de la cultura popular, esta vez, de la mano del guionista Juan Díaz Canales y el dibujante Rubén Pellejero. Dos españoles al frente de un proyecto que puede llenar de alborozo a los enamorados de una figura tan fascinante o irritar a los más puristas -¿tiene sentido hacer una precuela del Quijote?, por ejemplo-. A continuación, exponemos cinco razones para discutir sobre si este renacimiento es una provocación o una fiesta.

La muerte de Hugo Pratt. Hugo Pratt falleció el 20 de agosto de 1995, dejando huérfano no sólo a Corto Maltés, sino también a toda una serie de personajes que habían salido de sus lápices a lo largo de una carrera que se inició en 1945. Hay obras que merecían una continuación como 'Los escorpiones del desierto' -en la que el marinero aparece como una sombra de la que oyen hablar los protagonistas,- o 'Morgan', la historia de un miembro de la Armada británica en la Segunda Guerra Mundial, publicada el mismo año de la muerte de Pratt. Desde 1988, el Maltés había quedado fuera de sus planes y se había lanzado a otros proyectos -entre ellos, un cómic sobre Saint d'Exupery, el creador del Principito-. No contemplaba regresar a este pirata, contrabandista, ladrón, idealista, rescatador, amigo de sus amigos, valiente y enamoradizo. La misión de volver a adoptarlo ha recaído en Juan Díaz Canales, un guionista que ya ha ganado un premio Eisner -los Óscar del cómic- por su obra maestra 'Blacksad'. Si era necesario que Corto volviera a nacer, es una de las mejores opciones puesto que el autor español ya ha demostrado que es capaz de evocar esa atmósfera turbia y romántica que necesita el marino. El dibujante es Rubén Pellejero, un adicto a Hugo Pratt, que ya creó a un antihéroe mítico como Dieter Lumpen. Corto Maltés habría congeniado con ellos.

La desaparición de Corto Maltés. Según los planes de Hugo Pratt, Corto Maltés murió en la Guerra Civil española, donde ayudaba a las Brigadas Internacionales. Pero la leyenda cuenta que el autor se negaba a poner sobre el papel el fallecimiento de su principal personaje, así que iba posponiendo su decisión de narrar esta aventura. En el cómic 'Piccolo Chalet', de la serie sobre la Segunda Guerra Mundial 'Los escorpiones del desierto', los protagonistas se juntan con un indígena etíope que recibió un halcón enviado por Corto Maltés desde España. Esa es la última noticia que se tiene del marinero. Los creadores de la nueva obra, sin embargo, no se centran en ese momento sino en 1915, en un viaje del marino a Alaska, siguiendo la pista de un buen montón de oro. El título del álbum es 'Bajo el sol de medianoche' y la nueva historia, en este sentido, se adapta a la perfección a la biografía de esta figura. En el tomo 'La juventud de Corto Maltés', uno de los personajes clave es Jack London, el escritor norteamericano que convertiría la épica de la fiebre del oro en un tema universal dentro de la literatura. En el nuevo cómic, el marinero sigue la estela de London.

La aventura es un negocio. Corto Maltés ha sido utilizado, entre otras cosas, como imagen de una marca de colonias y el merchandising sobre su imagen se extiende desde los ceniceros hasta la ropa interior. Es un icono para adultos pero tan explotado como las orejas de Mickey Mouse entre el público infantil. Aunque hay quien pueda juzgar bastarda esta saturación, sin la potencia económica que ha generado esta figura no hubiera sido posible la edición de todas sus obras o que, por ejemplo, Corto Maltés haya sido llevado al cine de animación. La economía es un sinónimo de éxito y sin ella el marinero maltés no sería el icono que es actualmente. En este sentido, la decisión de renovar las novelas gráficas de Corto surge de Patricia Zanotti, la editora que tiene los derechos de las obras de Hugo Pratt. 'Bajo el sol de medianoche' se publica en un doble formato. Un cómic en blanco y negro para coleccionistas -respetando el formato inicial con el que el dibujante inició la serie del personaje en 1967- y otro en color para el gran público.

¿Qué dirán los amigos? Una de las muchas claves del éxito de Corto Maltés es el juego de ficción y realidad que inunda todas y cada uno de las novelas gráficas de Hugo Pratt. En el selecto grupo de las amistades del marinero pueden mezclarse el escritor Herman Hesse con la aviadora Amelia Earhart, Stalin con Hemingway o los pistoleros Butch Cassidy y Sundance Kid con James Joyce. En algún momento, todos ellos se rinden a los encantos del pirata del aro en la oreja, las patillas patibularias y el eterno cigarro en la boca. La biografía de Corto ya había quedado cerrada pero en este nuevo cómic los autores han sabido encontrar a dos personajes a la altura del héroe. Waka Yamada, una prostituta japonesa que fue adalid del feminismo, y Matthew Henson, un explorador ártico que quizás pudo haber llegado al Polo Norte antes que Robert Peary pero cuyos méritos nunca se reconocieron...ya que era negro.

"Sería bonito vivir un cuento". Entre los muchos diálogos únicos de Corto Maltés, hay uno mítico en el que charla con una bruja de Salvador de Bahía, la mulata Bocadorada. "Sería bonito vivir un cuento", exclama el aventurero. "Tú ya lo haces constantemente aunque ya no te das cuenta. Cuando un adulto entra en el mundo de los sueños es para siempre, ¿no lo sabías?". Las aventuras del marino son una puerta abierta a la historia y la fantasía. Adentrarse en las páginas de Corto es viajar por la Atlántida, por la Revolución Rusa, por las revueltas etíopes o perderse en la Irlanda del IRA a comienzos del siglo XX. Seguro que todos los lectores de Pratt habrán soñado más de una vez con cruzarse con el marino en algún momento y compartir una de sus peripecias. Que surgan nuevas aventuras de Corto Maltés no hace sino aumentar el mapa de los sueños.