Aburto: «El Covid ha destruido nuestras buenas expectativas pero juntos saldremos de esta»
El alcalde de Bilbao tiende la mano al resto de partidos para plantar cara a la pandemia al tiempo que la ciudad se prepara para el 2030
Juan Mari Aburto advierte: la crisis sanitaria «nos coloca ante un futuro cercano duro y difícil». Y eso ocurre justo cuando Bilbao estaba listo ... para despegar tras la crisis de 2008 con el mayor presupuesto de su historia, con grandes proyectos en cartera –el TAV, Zorrozaurre...–, con eventos internacionales de relumbrón –como la Eurocopa–. «El Covid-19 ha venido a destruir las buenas expectativas que teníamos». Así que ahora toca adaptarse y preparar a la ciudad para coser los costurones que deja la pandemia, muchos de los cuales quizás ni conozcamos aún.
De eso ha hablado el alcalde en el Pleno del Estado de la Villa celebrado este martes. Una cita solemne que no utilizó tanto para adelantar soluciones creativas al laberinto en el que nos encontramos como para pedir el respaldo de la oposición en el diseño de planes estratégicos y la activación de políticas que van desde el apoyo de las familias al respaldo de la actividad económica. También aprovechó para dar ánimos. Para recordar que «somos la mejor ciudad del mundo o, lo que es más importante, la ciudad con las mejores personas del mundo».
Comenzó con una mirada al pasado reciente, recordando la fortaleza que las urnas han otorgado al equipo de Gobierno PNV-PSE, que suman 19 (14+5) de los 29 concejales que conforman la corporación. Aunque eso, dijo, no les impide buscar «acuerdos», quizás una de las palabras que ha estado más presente durante el pleno. También hizo un repaso a los cientos de iniciativas impulsadas durante este primer año de mandato, que van desde nuevos pasos en grandes proyectos como Zorrozaurre, hasta iniciativas de regeneración de barrios.
«Somos la mejor ciudad del mundo o, lo que es más importante, la ciudad con las mejores personas del mundo»
Juan mari aburto
Pero lo realmente importante en una cita como la de este martes era conocer cómo va a reaccionar la ciudad ante el reto que se le presenta. Aburto ha puesto en valor en plan Bilbao Aurrera, impulsado por todos los grupos municipales ya en marzo y que ha permitido destinar 15 millones de euros a paliar los efectos de la pandemia en distintos ámbitos, desde el económico al asistencial.
¿Y ahora, qué? «Continuar impulsando proyectos estratégicos», «mejorar» las políticas sociales, «avanzar» en la acogida de personas migrantes, «seguir trabajando» en la mejora de los barrios... «Mi reflexión me lleva a pensar que debemos compaginar el cuidado y respeto a la salud con ir preparando, de nuevo, la ciudad que queremos construir de aquí al 2025 y 2030. Vivimos el presente pensando en el futuro».
Para ello insistió en pedir unidad. «La sociedad de Bilbao quiere vernos unidos trabajando a su servicio», dijo al resto de partidos. «Son tiempos para arrimar el codo para reconstruir lo que hemos perdido». Así que volvió a «tender la mano» a todos los grupos para emular los acuerdos logrados en el Pacto por la Seguridad y por la Movilidad Urbana Sostenible en otros cuatro ámbitos en su opinión fundamentales: la lucha contra el Covid-19, el proyecto Bilbao Ciudad de Valores, el Pacto por la Cohesión Social y el Pacto por los Barrios. «Nadie entendería que no se sumaran a todos o algunos de ellos», lanzó a la oposición. Y también les emplazó a sumarse a la aprobación de los Presupuestos del año que viene, que serán vitales para encarar la recesión.
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Su socio de gobierno, Alfonso Gil, puso en valor un activo que a su juicio tiene Bilbao para afrontar el reto: la «estabilidad» política que aporta un pacto de gobierno «de hierro» entre nacionalistas y socialistas. Una situación que permite impulsar «políticas que mejoren el empleo, la cohesión social y la cohesión territorial». La herramienta fundamental serán «los Presupuestos», coincidió con Aburto, en cuya negociación «nos vamos a retratar», se dirigió a los grupos de la oposición, a quienes pidió «acuerdos» y ofreció «mano tendida».
Goirizelaia a Aburto: «Cuente con nosotras»
De entre todos ellos fue EH Bildu el que mostró un tono más templado. Su portavoz, Jone Goirizelaia, ensalzó el plan Bilbao Aurrera y le dijo a Aburto que «cuente con nosotras para la transformación» de la ciudad. Porque, en su opinión, este es un buen momento para cambiarla. Eso sí, en una dirección que parece bastante alejada de los planes del gobierno local ya que cuestionó la Torre Bizkaia que no despierta el «interés internacional», el PGOU que está a punto de culminarse porque contempla la construcción de demasiadas viviendas, la apuesta por el turismo... «Nuestra mano está tendida a hacer un cambio profundo en la política municipal», dijo, antes de tener un «recuerdo muy especial para la familia del bilbotarra recientemente fallecido Igor Gonzalez Sola», preso de ETA, «y el resto de ciudadanos alejados a cientos de kilómetros de Bilbao».
Las críticas de Elakerrikin-Podemos
Mucho más dura con Aburto fue la portavoz de Elkarrekin-Podemos, Ana Viñals, quien le acusó de dar un «discurso propagandístico» ocultando los destrozos provocados por la crisis sanitaria. «Más de 29.000 familias han tenido que recurrir a ayudas alimentarias durante la pandemia». A su juicio, el plan Bilbao Aurrera «ya es pasado» y se imponen medidas específicas «para lo que se nos viene encima». Eso sí, para diseñarlas hace falta, dijo, la participación de la sociedad en su conjunto: «comerciantes, vecinos, el sector cultural, los sindicatos...». También llamó Viñals a cambiar el modelo fiscal y diseñar unos presupuestos «de reconstrucción social». Dijo que «no es momento de marketing político» y acusó al gobierno municipal de estar «ausente, alejado de la calle salvo los días en los que inauguran obras».
«Huida de talentos» para el PP
Desde el PP Raquel González también fue dura con el equipo de gobierno y con el propio alcalde, al que acusó de ocultar los errores. «Esconderlos hace un flaco favor» porque «hay que hablar de los problemas para resolverlos». Mencionó los carteles de 'se vende' o 'se alquila' que pueblan las calles de la ciudad, «los negocios cerrados, las familias con todos sus miembros en paro». Recordó que la tasa de desempleo es «del 16,24%, a la cabeza de las tres capitales vascas» y reprochó que el Ayuntamiento ha hecho «poco» por el mantenimiento del empleo. También mencionó la creciente inseguridad, la huida de talentos... Con todo, «seguimos a su disposición para construir un Bilbao mejor».
Las intervenciones de González y Viñals fueron muy duramente criticadas por la portavoz jeltzale, Nekane Alonso, quien les achacó que «flaco favor hacen» pintando un «Bilbao apocalíptico». Sospechó que, a la vista de sus acometidas contra el gobierno municipal, los acuerdos a los que llegaron en el pasado quizás sean «postureo» y vio difícil avanzar junto con una oposición con esa actitud. Con todo, «Bilbao va a salir adelante porque ya hemos superado crisis industriales terribles, inundaciones, crisis económicas como la de 2008».
También Aburto se mostró muy dolido con las críticas de la oposición, que vio injustas. «Mucha pena» y «profunda tristeza» fueron los términos que utilizó ante las acusaciones de ocultar los problemas. Incluso arremetió contra Viñals al lanzarle que la legitimidad de su partido «empieza a estar cuestionada. Yo no me he ido a un chalet a vivir ni soy vicepresidente de un Gobierno», le espetó.
Con todo, quiso terminar el pleno apostando por el acuerdo, animando a la ciudadanía a consumir en el comercio local y en los barrios. «Nos vienen tiempos difíciles, duros» en los que va a haber que trabajar «por la salud y la economía».
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