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Rowan Hardman posa frente a la marisma de Orueta de Gautegiz Arteaga, donde 'aterrizan' más de 70 especies diferentes de aves. Iratxe Astui
«Urdaibai es un teatro en el que las aves nos regalan un espectáculo constante»

Rowan Hardman

Técnico en Urdaibai Bird Center
«Urdaibai es un teatro en el que las aves nos regalan un espectáculo constante»

Afincada en Busturialdea, esta británica lleva tres décadas volcada en la educación ambiental en el mayor observatorio de aves de la única Reserva de la Biosfera de Euskadi

Iratxe Astui

Gautegiz Arteaga

Jueves, 1 de mayo 2025, 16:47

Afincada en Busturialdea, esta británica lleva tres décadas volcada en la educación ambiental en el mayor observatorio de aves de la única Reserva de la Biosfera de Euskadi

gautegiz arteaga. En Lee, su pueblo de origen al sur de Inglaterra, creció con el deseo de vivir cerca de una marisma y trabajar en un museo. El camino no fue directo, pero el destino le tenía guardado un lugar muy especial: el Urdaibai Bird Center. Rowan Hardman aterrizó en el País vasco en 1994, y tras una etapa en Bilbao, decidió establecerse en Busturialdea, atraída por su entorno natural «y por el euskera». Desde el inmenso ventanal al humedal de Orueta comparte con pasión su conocimiento y admiración por las aves.

–Sueño cumplido

–Me enamoré del sitio, de las aves y del proyecto. Durante muchos años colaboré como voluntaria y al final me ofrecieron trabajar aquí, así que puedo decir que mi sueño se hizo realidad.

–¿Qué tiene de especial para usted este espacio diseñado a modo de aeropuerto?

–La vista desde este inmenso ventanal siempre sorprende. La luz, los colores, las nubes… todo cambia constantemente. Y luego están las aves. En un mismo día puedes ver cómo un arrendajo sale disparado del bosque de alisos, cómo un aguilucho lagunero sobrevuela los juncos espantando a los patos o cómo una bandada de espátulas se posa en la marisma con un horizonte de nubes grises al fondo. Urdaibai es un teatro en el que las aves nos regalan un espectáculo constante.

–¿Qué especies podemos observar en esta época del año?

–Cada día podemos contar unas 70 especies. Ahora están llegando las cigüeñuelas, las garzas imperiales y las golondrinas. En esta marisma encuentran descanso y sosiego.

– ¿Qué migraciones le resultan más sorprendentes?

–Hay casos asombrosos. El alcaudón dorsirrojo, por ejemplo, es un ave pequeña, del tamaño de un gorrión, pero hace un viaje de 20.000 kilómetros cada año. En lugar de ir hacia el sur como la mayoría, se desplaza hacia el este cruzando Europa, Turquía, Egipto y luego sigue hacia Sudáfrica, con escalas en Sudán y Zimbabue. Se sospecha que vuelve por una ruta distinta, más al este, pasando por la península Arábiga. Su hazaña viajera es increíble.

– ¿Qué comportamientos de cortejo le llaman más la atención?

–Los patos están excitados desde diciembre. Los machos lucen sus colores más vivos y mueven la cabeza de arriba a abajo para impresionar a las hembras. En febrero, los cisnes empiezan su danza sumergiendo el cuello en el agua, al unísono. Es el espejo perfecto el uno del otro. Cuando se aparean es un poco chocante porque el macho sujeta la cabeza de la hembra bajo el agua y para terminar entrelazan sus cuellos en forma de corazón; es precioso. Las cigüeñuelas bailan una especie de tango, y luego está nuestro petirrojo local que no para de hacerle regalos a su pareja. ¡Le lleva gusanos jugosos y ella queda encantada!

–¿Cómo logran en el centro que los más pequeños se enganchen a la naturaleza?

–Con explicaciones amenas, dirigidas más a ellos que a sus padres. También contamos con una audioguía con explicaciones divertidas y les proponemos una especie de búsqueda del tesoro con premio incluido. Cuando los más pequeños se enganchan a la visita, toda la familia disfruta al máximo de la experiencia.

–¿Cómo impacta el cambio climático en las aves de Urdaibai?

–Muchas llegan antes desde África por el aumento de temperaturas, lo que puede ser arriesgado si luego entra una ola de frío inesperada. Eso afecta directamente a la reproducción y supervivencia de los polluelos. También observamos que algunas especies están criando más al norte. Por ejemplo, la cigüeñuela común, que antes solo criaba en el Mediterráneo, ahora lo hace en Urdaibai. Y otras, como los gansos, ya no migran tan lejos y se quedan en Europa.

– ¿Cómo cree que podría afectar al ecosistema la construcción del Guggenheim Urdaibai?

–Imagine una mañana brumosa en Urdaibai: un grupo de espátulas, agotadas tras su viaje desde los Países Bajos, descansan tranquilamente en el humedal. Esta escena real, más bella que cualquier cuadro –y lo digo como licenciada en Bellas Artes–, podría desaparecer si aumenta la presión humana. Urdaibai es una Reserva de la Biosfera, un refugio que debemos proteger. Su valor, precisamente, radica en la paz que ofrece a miles de especies.

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