Otra teja para Izaro

Las populares 'Madalenas' de Bermeo han recuperado este año toda su esencia tras los últimos dos años de pandemia. «¡Esto sí que es una fiesta; ya era hora!», celebraban este mediodía en una cuadrilla de jóvenes dispuestos a vivir la jornada «por todo lo alto».

La villa marinera se ha vestido de nuevo de su característico color azul mahón para cumplir con su antiguo ritual de lanzar una teja al mar para reivindicar su posesión sobre al cinematográfica isla de Izaro. «Honaino heltzen dira Bermeoko itsuginak» ('Hasta aquí llegan las goteras de Bermeo') fue la frase que el alcalde de la localidad costera, Aritz Abaroa, pronunció alto y claro antes de proceder al lanzamiento de la pieza de barro.

«Pertenece al convento de los Padres Franciscanos, que hace 600 años se establecieron precisamente en Izaro y permanecieron allí durante aproximadamente tres siglos», recordó momentos antes el primer edil bermeotarra. Decenas de embarcaciones respondieron al momento del lanzamiento de la teja con cánticos, irrintzis y el sonido de las bocinas de sus barcos. «Teníamos muchísimas ganas de presenciar esta tradición», apuntaba un patrón de Bermeo, sin perder el equilibrio sobre la cubierta, a pesar de que la mar «hoy está un poco picadita», comentó.

La travesía marítima puso rumbo a Elantxobe donde el alcalde de la pintoresca localidad, Patxi Egurrola, esperó a su homólogo bermeotarra para cederle por un día su bastón de mando. La entrada de las embarcaciones al pequeño puerto vizcaíno se llevó a cabo «antes que nunca y sin problemas», confirmaron desde el protocolo de seguridad desplegado para el día de las Madalenas en Elantxobe y en el que participan Cruz Roja, Ertzaintza, la Guardia Civil, DYA, Protección Civil y Policía municipal.

Tras la visita de cortesía a Mundaka, la fiesta continuará en Bermeo con la vuelta de la comitiva a su puerto de origen y el baile de las tradicionales 'biribilketas' en la Goiko plaza a partir de las 20.00 horas.

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