Vecinos y comerciantes, ante el proyecto del Guggenheim de Urdaibai: «No queremos turistas, queremos amigos»

Por una parte, Busturialdea, incluida dentro de la Red Natura como zona de Especial Protección para las Aves, arrastra décadas de declive económico y la ciudadanía se muestra, en principio, más receptiva al plan que en 2008, cuando se proyectaba ocupar el edificio de las colonias de Sukarrieta, del arquitecto Ricardo Bastida. «Aquello era una aberración, pero ahora parece que lo han proyectado de manera más respetuosa con la naturaleza y podría ser una salida a la precaria situación que atravesamos», apuntaban este martes por la mañana varios clientes de un bar céntrico de Gernika, al ojear la noticia en EL CORREO.

La antigua fábrica Dalia y el Astillero de Murueta son las sedes elegidas con financiación de los fondos europeos Next Generation. El alcalde de Murueta, Julen Karrion, califica la iniciativa de «muy positiva, no solo para nuestro pueblo, sino también para toda la comarca y, por extensión, para toda Bizkaia y Euskadi». Defiende el «enfoque 'verde'» del museo y opina que «sin duda, es posible un Guggenheim en Urdaibai», aunque siempre que llegue bajo la garantía de un estudio de impacto en un municipio rural que apenas supera los 300 habitantes. «Será bienvenido pero siempre que no altere la vida de quienes vivimos aquí de manera tranquila», deseó el joven mandatario muruetarra.

Su homólogo en Gernika, José Mari Gorroño, se muestra claramente a favor del plan museístico. «Este novedoso modelo que se propone contribuirá a fortalecer los servicios existentes en la comarca y, por otra parte, va ayudar a sensibilizar a la gente sobre la importancia de preservar la naturaleza y los recursos naturales», destacó. Considera la iniciativa como «una oportunidad que no se puede dejar escapar» y también «una puerta abierta a poder traer en el futuro el 'Guernica' de Picasso a Gernika». «Tendríamos la casa adecuada para albergar la obra», concluyó.

La ampliación del Guggenheim a Gernika y Murueta parece que, «en principio» gusta también a muchos residentes, comerciantes y hosteleros de la comarca. El propietario de la tienda de recuerdos 'Euskal Souvenirs' de Gernika, Jabi Aldekozea, ha acogido «fenomenal» la noticia, aunque reconoce que un proyecto de tal calibre tiene su contrapartida. «Supondrá la creación de empleo, pero no tenemos que olvidar que la comarca tiene su particular idiosincrasia y nos encontramos en un entorno natural que no nos gusta que nos toquen», apuntó. «No queremos turistas, queremos amigos», parafraseaba este martes a las puertas de su negocio el lema que da la bienvenida a los visitantes en la Oficina de Turismo de Gernika. «Yo creo que el museo no supondrá la invasión de visitantes a cualquier precio; eso sí, necesitamos mejorar la infraestructura turística, mejorar el transporte público con lanzaderas y un parking vertical», propone Aldekozea como solución a la acogida de un turismo sostenible.

Los hosteleros también lo ven como «una buena oportunidad». «Está claro que el efecto Guggenheim, como ya sucedió en Bilbao, puede ser importante y todo lo que sea generar riqueza, eso sí teniendo en cuenta y respetando el entorno natural en el que nos encontramos, es bueno, máxime en estos tiempos de crisis», apuntaron desde varios bares de Gernika.

Aintzane y Patxi, que han elegido Urdaibai para pasar unos días de vacaciones, se han enterado también de la noticia en Gernika. El matrimonio de Urduliz ve el riesgo de que el Guggeheim Urdaibai «atraiga a demasiada gente a esta zona que es maravillosa y termine destrozando su encanto». «La sede del museo en Gernika la vemos bien, pero que se ahorren la de Murueta», matizan ambos.