«Arriesgamos la vida para ir a Gernika»

La Asociación de Madres y Padres (AMPA) de la escuela Urretxindorra de Muxika ha alzado la voz ante la «preocupante» inexistencia de un camino «seguro» para el tránsito de niños y adultos desde la localidad hasta Gernika. La actual carretera BI-635, que conecta Muxika con la villa foral, se ha convertido para sus residentes en una vía «muy peligrosa, con tramos en los que arriesgamos la vida», aseguran. «En algunos puntos apenas existe un arcén por el que circular en condiciones, ni en solitario y menos con los chavales», subrayan además.

La agrupación de progenitores de la escuela pública de Infantil y Primaria, de hecho, aprovechó la agenda de actos de la última semana de la movilidad para salir a la calle y reivindicar con una marcha en bicicleta y patinetes la creación de un bidegorri que discurra desde el Kurtzero hasta Gernika.

En ese barrio, precisamente, se concentra el mayor número de servicios de la localidad como el Ayuntamiento, la farmacia, el frontón, la biblioteca, la Casa de Cultura, la ludoteca y la propia escuela, a la que acuden a diario numerosos menores. En Kurtzero se sitúa también una de las dos estaciones de ferrocarril existentes en el municipio de la línea Bermeo-Amorebieta.

«En los últimos años ha aumentado la población en ese entorno, pero urbanísticamente es un horror», se quejan los nuevos vecinos del barrio, que actúa como centro económico de la localidad. «Nos situamos a escasos tres kilómetros de distancia de Gernika y, sin embargo, nos sentimos atrapados porque la movilidad urbana es muy mala», afirma también el muxikarra y miembro de la comunidad escolar, Dani Zabala.

Desde el AMPA explican que la creación de un sendero adecuado a lo largo de al menos uno de los márgenes de la carretera «no solo beneficiaría a los alumnos de la escuela, sino que también facilitaría el acceso a los servicios básicos del pueblo para todos los residentes, además de promover el uso de medios de transporte sostenibles», sostiene una madre. Añaden, además, que «actualmente, algunas personas se «arriesgan» a ir a Gernika por el casi inexistente arcén, «pero lo hacen poniendo en peligro sus vidas, ya que la única alternativa es caminar por el monte, una opción poco práctica para el día a día».

No es la primera vez que los vecinos de Muxika se muestran «hartos» de poner en riesgo sus vidas cada vez que tiene que transitar por la BI-635.

«Para ir a la parada del Bizkaibus o a coger el tren en la estación de Zugastieta tenemos que andar con los cinco sentidos en alerta», aseguran. «Hay puntos negros en los que no queda espacio ni para que quepa una pisada de zapato y nos vemos obligados a tener que invadir el carril rodado por el que circulan continuamente numerosos vehículos», denuncian.

Según fuentes municipales, por la principal conexión de Busturialdea con los túneles de Autzagane transitan a diario «unos 20.000 vehículos, de los que un 5% son transportes pesados». Desde el Consistorio muxikarra (EH Bildu), de hecho, reconocieron también en su momento la necesidad «urgente» de habilitar un bidegorri o camino alternativo a lo largo de la carretera, así como suavizar las curvas existentes a la altura del barrio de Oka.

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