«No me voy a conformar con un metro a Castro», dice la presidenta de Cantabria

La decisión del Ministerio de Transportes de revisar desde cero el proyecto de la infraestructura que conectará Bizkaia con el territorio vecino abriendo la puerta, tal y como desveló EL CORREO, a ejecutar solo la parte del recorrido que llega de Bilbao a Castro porque es la única parte rentable del trazado provocó un monumental enfado en el Gobierno de Cantabria. Su presidenta, María José Sáenz de Buruaga, consideró «inadmisible» la situación y llamó a todos los partidos de la región a hacer un frente común ante lo que consideró «un fraude monumental».

«Esto es muy grave. No es cualquier cosa. Sería reírse en la cara de todos los cántabros», lamentó una enojadísima Buruaga durante una comparecencia junto al presidente andaluz Juan Manuel Moreno Bonilla, con quien había firmado un acuerdo de colaboración en varios ámbitos. Desde primera hora de la mañana intentó sin éxito ponerse en contacto con el ministro de Transportes. «Quiero pensar que no es verdad, no nos vamos a conformar con un tercio de tren o con la prolongación de un metro hasta Castro».

El proyecto para modernizar la línea ferroviaria Bilbao-Santander, inaugurada en 1887, habilitando un tren rápido que reduzca el tiempo de viaje de las tres horas actuales a una haciendo parada únicamente en Castro y Laredo ha vuelto a la casilla de salida después de tres años de parálisis. La propuesta que el Ministerio tenía sobre la mesa desde 2022 ha sido descartada porque tiene un coste muy elevado -más de 2.000 millones- y no cumple los parámetros de rentabilidad socioeconómica.

La alternativa que se plantea ahora Transportes es trocear el trazado en tres tramos y analizar su rentabilidad uno a uno y por separado. En estas circunstancias, según las fuentes consultadas, tendría garantizada la ejecución la ruta entre Bilbao y Castro debido a los miles de viajeros que cubren este recorrido por carretera, y quizá la extensión hasta Laredo. Más difícil parece la prolongación hasta Santander por sus elevados condicionantes ambientales y técnicos. Superar Peña Cabarga no es sencillo.

Buruaga lamentó que ni el ministro Puente durante su visita a Torrelavega el mes de julio, ni su número dos, José Antonio Santano, el lunes en Santander hablaran públicamente ni en privado de la posibilidad de que solo se ejecute una parte del trazado. Puente y Santano sí esbozaron una novedad que ahora, con las últimas novedades, cobra más sentido. Afirmaron -primero el ministro- que el estudio de viabilidad presentado en 2022 da un coste mayor al estimado inicialmente y que por eso se había tomado la decisión de comenzar el análisis de cero. Estudiando la viabilidad del tren por tramos e incluyendo la creación de una estación en el centro de Castro, no fuera del casco urbano como se preveía inicialmente.

«No nos resignamos a la nada. Y esto sería la nada», subrayó Buruaga, que avanza que su Gobierno, además de esperar las explicaciones del Ministerio, va a convocar la Mesa del Ferrocarril regional para intentar consensuar una opinión con todos los partidos. Frente al monumental cabreo de Buruaga, desde el Gobierno vasco declinaron hacer declaraciones.