El coche vuelve a reinar en Bilbao
La entrada de vehículos roza ya niveles prepandemia y el parque móvil de la ciudad sigue al alza batiendo récords históricos
bilbao. Este titular de aquí arriba también podría haber sido 'el coche sigue reinando en Bilbao' porque, en realidad, nunca ha dejado de hacerlo. Lo ... que pasa es que ahora ese reinado se nota un poco más por el regreso a dinámicas pasadas. Así, mientras el transporte público sigue muy lejos de recuperar los viajeros de antes de la pandemia, el vehículo privado ya roza el protagonismo que tenía antes de la llegada del covid. Y además, el parque móvil de la ciudad sigue creciendo. Cada vez que lo hace supone un récord histórico porque nunca antes había habido tantos coches en la ciudad. Algo que ocurre pese a que la población va a menos.
Hablamos de dos cosas diferentes. En cuanto a la entrada de coches en Bilbao, los datos facilitados por la concejalía de Movilidad y Sostenibilidad correspondientes a este mes de septiembre no dejan lugar a dudas: han accedido a la ciudad 1,52 millones de vehículos, frente a los 1,62 del mismo periodo de 2019 (se tienen en cuenta los datos entre el 1y el 19 de septiembre). Es decir, estamos en un 94% de las cifras prepandemia. Sin embargo, el transporte público no remonta, ni mucho menos, al mismo ritmo. Desde el Ayuntamiento apuntan que Bilbobus ha contado 998.128 viajes en lo que va de mes, cifra que hace dos años escalaba hasta los 1.276.661. Es decir, estamos a un 78%. En el metro las cosas van parecidas y se encuentra a un 80% de los registros anteriores al covid.
LOS DATOS
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1.521.177 vehículos entraron en Bilbao duarante los primeros diecinueve días de septiembre. Eso supone que el tráfico privado casi se ha recuperado en su totalidad respecto a los 1.621.471 que se registraron en las mismas fechas de 2019, antes de la pandemia. En concreto, estamos a un 94%.
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El transporte público va más lento Bilbobus ha registrado entre el 1 y el 19 de septiembre 998.128 viajeros, frente a los 1.276.661 del mismo periodo de 2019. Eso representa un 78%. La cifra es muy similar a la que ha tenido el metro durante el mes de septiembre, que atrajo a un 80% del público que tenía hace dos años.
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141.014 turismos conforman el parque móvil de Bilbao. Son casi medio millar más que hace un año y supone el récord histórico en la ciudad. La cifra no deja de crecer desde, 2014, cuando arrancó la recuperación de la crisis financiera de 2008.
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Regulación de #zonas peatonales El concejal de Movilidad y Sostenibilidad presenta esta mañana en una comisión informativa la nueva ordenanza que regulará las zonas peatonales. Se trata de ordenar los flujos en estas calles donde la preferencia es para el peatón pero por donde también circulan furgonetas de reparto o coches de vecinos a los garajes. Ocurre sobre todo en el Casco Viejo, pero también de muchas otras zonas (y cada vez más) de la ciudad. En esa norma se recogen asuntos como limitaciones horarias, tiempo de carga y descarga o las condiciones de entrada para ir a un hotel.
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43 cámaras vigilarán los accesos a zonas peatonales de Bilbao. 30 estarán en el Casco Viejo (ya están licitadas) y el resto en Ledesma, Ercilla y la zona de San Francisco.
«Analizamos estos datos con preocupación», admite el socialista Alfonso Gil, teniente de alcalde y concejal de Movilidad y Sostenibilidad. A su juicio, el problema es que parte de la población sigue teniendo miedo de regresar al transporte público por temor a contagios. ¿No es eso algo lógico? «Tenemos certificaciones que demuestran que subir en Bilbobus es seguro y no sólo eso: es más barato, más sostenible... Pedimos a la gente que se vuelva a subir en el transporte público».
Cronificar el peligro
La preocupación desde las administraciones está justificada porque, tras año y medio de pandemia y ahora que la normalidad es algo más que una promesa lejana, parecen hacerse realidad los peores temores. Desde el primer momento se sospechaba que el vuelco del transporte público al privado podría terminar consolidándose. Es decir, que después de décadas de inversiones en unas redes de metro y autobús modernas, y de intensas campañas de concienciación, el virus amenazaba con echar por tierra todos los esfuerzos y dar nuevos bríos al coche, el gran enemigo de las ciudades del siglo XXI tanto desde un punto de vista ambiental como de movilidad.
Pues eso es lo que está ocurriendo. Porque ahora están llegando cada día a Bilbao casi tantos vehículos privados como antes de la pandemia pese a que hay menos movilidad. «Como efecto del teletrabajo no está entrando tanta gente en la ciudad», asume Gil. De hecho, cree que «puede haber un cambio de paradigma porque haya empresas que mantengan este tipo de jornada de manera estructural». O sea, que llegue menos gente, pero peor repartida: más en coche y menos en transporte público. La pesadilla de los poderes públicos.
También apunta Gil que hay otros medios que roban clientes al autobús y el metro, aunque en este caso, felizmente. «Hay más ciudadanos que se desplazan caminando, la bicicleta también está en auge, y además hay que tener en cuenta que el patinete está ganando terreno». Las mejoras en los barrios altos, con ascensores y rampas que facilitan la movilidad peatonal, juegan a favor de que crezcan los desplazamientos a pie.
El coche sigue gustando
Pero el coche sigue reinando en la calle. Y no solo por la gente que llega de fuera. El parque móvil de Bilbao no deja de crecer y según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) del mes de julio (último disponible) en la ciudad hay 141.014 turismos. Es el récord histórico y una cifra que no deja de crecer. Está claro que no todo el mundo que tiene coche lo mueve cada día, y mucho menos para desplazarse por la ciudad. Pero esa tesis de que los jóvenes mayoritariamente han dejado de tener en las cuatro ruedas un objeto de deseo podría estar en tela de juicio.
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La evolución del parque móvil bilbaíno (siempre analizando únicamente turismos) ha sido muy cambiante en la última década. Antes de la crisis financiera de 2008 había algo más de 138.000 unidades, lo que entonces era un récord histórico tras años de 'boom' consumista al calor de la burbuja económica. Luego llegó la recesión y el parque móvil bajó a 134.000 coches en 2014. Y a partir de ese momento rebotó y no ha dejado de crecer. Lo ha hecho especialmente, además, tras la pandemia: en febrero de 2020 había 139.838, en julio de aquel año habían subido a 140.549, y en julio de 2021 habíamos llegado a los mencionados 141.014. Esto está pasando pese a que la población en el último año ha descendido, en 3.000 personas, desde las 350.000 (cifra reconquistada hace poco) a las 347.000.
De consolidarse esta tendencia al alza del vehículo privado, muchos expertos consideran que las administraciones deberían pensar en nuevas regulaciones que le pongan freno por las malas, y que irían desde restricciones de acceso a la ciudad hasta más peatonalizaciones.
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