El centro de Sopuerta no ha registrado incidentes desde que comenzó a trasladar a los menores más problemáticos

Antxustegi ha destacado la labor que se está desarrollando con una treintena de chavales sin vínculos familiares que residen en el Palacio de la Quintana de Sopuerta. «No negamos que haya habido problemas» ha señalado para después pedir que estos incidentes «no ensombrezcan el gran trabajo que hacen los profesionales que trabajan en el centro». Pese a que se hayan registrado incidentes, Antxustegi ha señalado que «eso no significa que el protocolo con el que se ha trabajado no sea el adecuado». La diputada ha realizado estas declaraciones a petición del PP para informar sobre «el programa que se desarrolla realmente y las acciones que se van a adoptar para evitar nuevos sucesos graves».

Hace un mes, en la rueda de prensa posterior a un consejo de Gobierno, Antxustegi señaló que un contingente de chavales que padecen «trastornos de conducta complejos» pasarían a ser atendidos en «recursos más especializados». Otra de las medidas adoptadas para reducir la conflictividad del centro fue facilitar a la Ertzaintza el acceso al interior del recinto. La Policía autonómica tiene «las llaves de la verja» del centro y está autorizada a entrar para realizar «controles pedagógicos». Según la Diputación, este protocolo se incluye dentro de la normalidad de la coordinación entre instituciones y ha negado que los agentes vayan a realizar controles «indiscriminados».

Bizkaia registra desde el pasado verano un incremento constante en la llegada de menas. Algunos se desplazan hasta el territorio por sus propios medios, pero otros lo hacen fruto del reparto determinado por el Gobierno central para aliviar la situación de los centros de las Islas Canarias. La presión migratoria se ha disparado durante el último año y medio. La llegada de cayucos desde las costas africanas es constante y está obligando a adoptar medidas extraordinarias. Los menores de edad no pueden ser devueltos a su país, las instituciones están obligadas a tutelarlos hasta que cumplen 18 años.

Bizkaia registra desde el pasado verano un incremento constante en la llegada de menores extranjeros no acompañados. Algunos se desplazan hasta el territorio por sus propios medios, pero otros lo hacen fruto del reparto determinado por el Gobierno central para aliviar la situación de los centros de las Islas Canarias. La presión migratoria se ha disparado durante el último año y medio. La llegada de cayucos desde las costas africanas es constante y está obligando a adoptar medidas extraordinarias. Los menores de edad no pueden ser devueltos a su país, las instituciones están obligadas a tutelarlos hasta que cumplen 18 años. En la misma comparencencia, la diputada foral de Acción Social ha señalado que la administración vizcaína acogerá a otros siete menores provenientes desde Canarias, cumpliendo los compromisos de reparto adoptados con el resto de comunidades.

Antxustegi ha aprovechado su comparecencia para resaltar la coordinación entre el Ayuntamiento de Sopuerta, la Diputación foral de Bizkaia y el equipo educativo del centro para impulsar su gestión y su funcionamiento. Del mismo modo, ha agradecido a los vecinos, que se han manifestado en varias ocasiones advirtiendo que su municipio no está preparado para una instalación de este tipo, la «acogida que nos consta que están dispensando».