«Caminamos hacia ciudades con menos coches y más cómodas para el peatón»

- ¿Qué significa que un transporte sea inteligente?

- Cuando algo es inteligente, quiere decir que puede hacer una determinada tarea con destreza. En este caso, hablamos de transportes que pueden tomar decisiones por sí mismos. Son vehículos capaces de entender qué pasa a su alrededor y tomar decisiones.

- ¿Cómo serán los coches del futuro?

- Es pronto para decirlo, puede que hasta haya algunos capaces de volar. La gran cuestión es si van a terminar siendo autónomos de verdad, ya que si toman decisiones, deben tener alguna responsabilidad. Si es una máquina la que provoca un accidente, ¿qué es lo que pasa? Hay tecnología para que los coches sean completamente autónomos, pero el debate no depende tanto de lo que seamos capaces de construir. Debemos plantearnos cuestiones éticas y legales de depuración de responsabilidades.

- A nivel legal entiendo que habría que hablar de una armonización legislativa entre países.

- Para empezar, esa armonización entre continentes ya no existe. En Estados Unidos puedes montarte en un Tesla e ir con el piloto automático hasta donde quieras. En Europa tenemos unos marcos legales y de responsabilidad que lo evitan. Hace falta una normalización de estas tecnologías a muchos niveles.

- Más allá del coche, ¿cómo pueden beneficiar estas tecnologías a otros medios de transporte?

- Permiten mejorar su funcionamiento. Por ejemplo, a través de los datos de los sensores de un avión podemos saber si estos van a fallar. Estas tecnologías también mejoran la movilidad peatonal. Hay aplicaciones que, a la hora de recomendar a las personas mayores por dónde realizar un paseo, si hay un calor extremo, les indican un recorrido con en el que haya alguna fuente.

- ¿Cómo van a cambiar los modelos de ciudad?

- El transporte ya está cambiando el urbanismo. Ahora cualquier calle que se quiera remodelar tiene que tener un carril para bicicletas. En cuanto al transporte público, hay que adaptar los horarios a la demanda del usuario. Si lo conseguimos, va a dejar de tener sentido que los vehículos privados tengan acceso a una ciudad como Bilbao. A medida que tengamos mejores conexiones, poco a poco caminaremos hacia modelos urbanos con menos coches y mucho más cómodas para el peatón.

- ¿En qué medida puede ayudar esta tecnología a la descarbonización?

- Permite que se integre el consumo estimado de carburante como uno de los criterios para trazar la ruta. También abre la puerta a impulsar nuevos diseños del vehículo que emitan menos dióxido de carbono.

- ¿El desarrollo de estos transprotes inteligentes va de la mano del vehículo eléctrico o ya mira más allá?

- El coche de combustión se acaba. El futuro está en el vehículo eléctrico, con permiso de las baterías, que contaminan mucho y tienen un precio elevado. Que en el camino aparezcan nuevas tecnologías es posible, pero si no hay una revolución en cuanto a movilidad, todo se dirige hacia la electrificación.

- ¿Se encarecerá el precio final de los coches?

- Seguro, aunque sea solo por el precio de las patentes. No se va a pagar más por un modelo de inteligencia artificial, pero sí por que incorpore un extra de seguridad soportado por esta tecnología.