El calvario de los afectados de Dentix
Decenas de vizcaínos siguen a la espera de una compensación o en pleitos para conseguirla dos años después del cierre de las clínicas
Milagros Loroño contrató en Dentix un tratamiento para colocarse cuatro prótesis dentales por el que pagó 4.878 euros en mayo de 2019. El proceso ... quedó a medias tras el cierre de la cadena en octubre de 2020 -había reabierto algunas de sus clínicas a mediados de año tras su clausura en marzo- y su entrada un mes después en concurso de acreedores. La Administración Concursal le reconoció en mayo de 2021 una deuda a su favor de 3.500 euros. Todavía no ha recuperado el dinero. Su caso es similar al de cientos de vizcaínos, que se quedaron sin implantes habiéndolos pagado. Algunos ni siquiera reclamaron, porque hubo un plazo de un mes y lo desconocían; otros no tienen prácticamente opciones de recibir una compensación porque soltaron el dinero en efectivo... Y todos ellos se sienten «abandonados» por las instituciones en lo que tildan de «un escándalo».
«Dejar a 100.000 personas tiradas en este país parece que no importa», censura Alex Cerdeño, responsable de la plataforma que reúne a 220 afectados en Bizkaia. En su caso, demandó a la financiera que le concedió el pago a plazos (Dentix trabajaba con cuatro compañías) y le devolvieron 700 euros. Cada vez son más quienes toman la vía de denunciar a las entidades de crédito, y están logrando sentencias favorables. «Nuestro abogado ya ha resuelto 23», asegura Cerdeño.
«El Gobierno aprobó un decreto en mayo de 2020 que pone a los clientes los últimos de la cola en los concursos de acreedores»
Sin embargo, según lamenta otra afectada, «no todo el mundo se lo puede permitir». «Si no tienen dinero para pagar otro dentista, menos para un letrado», resume. Ella, la llamaremos Marian González -no quiere dar su nombre por la «vergüenza» de haber perdido 8.000 euros-, encaró la factura al contado. Pese a ello, el Administrador Concursal le ha reconocido una deuda por el importe que abonó al apreciar «mala praxis» por parte de la cadena, que, además, le perforó la lengua. Pero, para llegar hasta ahí, tuvo que contratar a un perito y un letrado. «He renunciado a comprarme un piso para hacer frente a los gastos legales y ni siquiera puedo terminar el tratamiento en otra clínica», confiesa.
Su situación, como la de muchos otros vizcaínos, es «muy mala». «No puedo masticar, me quitaron seis piezas dentales y me está afectando a los huesos, porque hay una conexión de los dientes con el resto del cuerpo -explica-. Vas a hacerte una cosa, sales peor y encima se quedan tu dinero, te roban».
González dice ser consciente de que, de no intervenir la Justicia, «nadie verá un duro». «El Gobierno aprobó un decreto en mayo de 2020 que pone a los clientes los últimos de la cola en los concursos de acreedores», recuerda. Estos procesos se pueden prolongar incluso más de cinco años. El de Dentix va ya por el tercero.
«Nadie hace nada»
En febrero de 2021, previa autorización judicial, su administrador vendió 76 clínicas a Advent International (Vitaldent), nueve de ellas en el País Vasco. La nueva cadena se comprometió a terminar 110.000 tratamientos pendientes en toda España. «Están atendiendo a algunas personas, que siguen pagando a las financieras, aunque en cada clínica y cada caso lo hacen de una manera diferente», asegura Cerdeño. Quienes abonaron las intervenciones al contado, por ejemplo, tienen derecho a una «oferta especial», pero la compañía no asume la deuda.
Los afectados, pasados casi cuatro años desde que la firma comenzó a dar síntomas de que las cosas iban mal, se sienten «indefensos». «He escrito al Defensor del Pueblo, a la ministra de Sanidad... y nadie hace nada», se duele González. Pedro Zuazo, el marido de Milagros Loroño y quien se encarga de los trámites, también está «molesto» con la falta de «información» y de «colaboración». «Kontsumobide archivó nuestra petición; es lo que más rabia me da, porque tendrían que defendernos», critica. Y Cerdeño sentencia: «La legislación permite hacer a este tipo de clínicas lo que quieran». De hecho, Facua, la organización de consumidores, reclamó tras el abrupto cierre de iDental, dos años antes que Dentix, la modificación de la ley para obligar a estos centros a contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra el riesgo en caso de quiebra.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión