Bilbao ingresará al menos 10 millones anuales con la aplicación del impuesto turístico
La tasa oscilará entre 1 y 6 euros en función del establecimiento, aunque el Ayuntamiento de la capital tendrá la facultad de fijar recargos si lo desea
El impuesto a las estancias turísticas, también conocido como tasa turística, oscilará entre 1 y 6 euros en Euskadi, lo recaudarán los ayuntamientos y no ... será autonómico, sino que se regirá a través de tres normas forales, una para cada territorio. Este es el acuerdo al que han llegado las instituciones implicadas en el asunto -las diputaciones, Gobierno vasco y los ayuntamientos- después de un denso y prolongado debate. Además, las capitales vascas y los municipios con una alta capacidad de alojamiento podrán establecer recargos a esos importes si así lo desean. Al mismo tiempo, aunque de forma excepcional, los pueblos con menos plazas hoteleras tendrán la opción de bonificarse hasta el 100% de la tasa para no cobrar a los turistas por dormir en sus establecimientos.
El impuesto será progresivo, lo que quiere decir que los visitantes que duerman en un albergue no pagarán lo mismo que los que hagan noche en un hotel. Para establecer el importe a abonar, la Diputación diseñará un rango de precios por el tipo de establecimiento (así ocurre en comunidades como Cataluña), aunque dará libertad a los ayuntamientos para que sean ellos quienes decidan si quieren aplicar la cuota más alta o más baja de cada horquilla. En Barcelona, por ejemplo, el Ayuntamiento impuso un recargo de cuatro euros al impuesto autonómico. Por dormir en un hotel de cinco estrellas se cobra 7,50 euros y por un piso turístico 6,25.
Fuentes del Ayuntamiento de Bilbao sostienen que «aún es pronto» para saber si se aplicará un recargo o no porque la tasa está «en plena elaboración». También han eludido hacer estimaciones sobre cuánto se ingresará, como sí hizo hace algo más de un año el entonces concejal de Desarrollo Económico, Xabier Ochandiano. Durante un pleno municipal, el exedil aseguró que el Consistorio podría recaudar hasta 11 millones de euros por el impuesto. Pero entonces los tramos que se manejaban eran otros. Se hablaba de una tasa entre 3 y 5 euros, un rango que ya se ha descartado.
Ahora, con la horquilla de precios definida, un cálculo prudente basado en el número de turistas y pernoctaciones registradas en 2024 y teniendo en cuenta que el 90% de los visitantes se aloja en hoteles -la categoría con el gravamen más costoso-, permite deducir que la capital vizcaína podría recaudar al menos 10 millones de euros. Durante el pasado año, la localidad recibió 1,2 millones de turistas. Hicieron, de media, dos noches en la ciudad. En total se contabilizaron 2,4 millones de pernoctaciones. Para sacar la cuenta sobre cuánto podría ingresar el Consistorio se ha aplicado un importe medio de 4 euros por noche. Se ha optado por usar esa cifra y no una más baja, que suele asociarse a campings o albergues, porque este tipo de negocios apenas tienen representación en la villa y porque el 75% de los turistas que duermen en hoteles bilbaínos lo hacen en habitaciones de tres o más estrellas. Además, el 86% de las plazas disponibles están en hoteles, así que la mayor parte de la tasa se recaudará en este tipo de establecimientos.
Más pernoctaciones en pisos
En cualquier caso, todo apunta a que el monto a ingresar será superior. Primero porque Bilbao podrá establecer un recargo al impuesto. Y segundo porque por primera vez se gravarán las estancias en pisos turísticos, un negocio en expansión con más de 1.300 casas y habitaciones vacacionales y 5.444 camas en oferta.
Además, por lo general, las familias que se hospedan en casas pasan más noches que las que optan por dormir en un hotel. Así se demuestra en la estancia media de los apartamentos turísticos, una modalidad distinta a los pisos vacacionales -normalmente son edificios enteros- pero con una tipología de cliente similar. En 2024, los turistas que fueron a hoteles pasaron 1,96 días de media, mientras que en los pisos la estancia alcanzó las 2,28 noches. Esta cuestión es importante porque los foráneos pagarán por noche, no por entrada. Además, el año pasado el uso de apartamentos turísticos creció un 23%, a diferencia de los hoteles, que registraron una caída del 2%.
Lo que está todavía por definir es la fecha en la que todo esto se activará y si los menores deberán pagar exactamente lo mismo que los adultos o habrá alguna tarifa especial. Bizkaia quiere tener aprobado el gravamen este mismo año. De hecho, la Diputación espera poder contar con el proyecto de norma listo en septiembre.
El Gobierno foral atiende al auge del turismo para justificar la entrada en vigor de este nuevo impuesto. El proyecto de ley remarca que si bien el sector «genera un progreso económico y social», su crecimiento también provoca una «explotación excesiva de los recursos públicos y medioambientales», así que lo que se ingrese tras la aplicación de la tasa servirá para mantener en buenas condiciones los servicios municipales tras el estallido de visitantes.
El pasado miércoles la Diputación se reunió con representantes de Eudel para entregar un primer borrador de la norma, después de que el anteproyecto de ley se sometiera a consulta pública. Aunque la tasa finalmente no será autonómica, como contempló en un primer momento el Gobierno vasco, y sí municipal, como pedían los Ejecutivos territoriales, las diputaciones buscan una «armonización» y que el texto se apruebe de forma paralela en los tres territorios. Esto hace que la fecha no esté clara aún. Mientras que Bizkaia tiene facilidades para activar el gravamen al contar con una mayoría sólida entre PNV y PSE, las diputaciones de Álava y Gipuzkoa tienen que pactar con al menos uno de los grupos de la oposición -EH Bildu, PP o Elkarrekin Podemos- para sacar el texto adelante.
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