El acuerdo presupuestario con EH Bildu en la Diputación de Bizkaia compromete inversiones para los próximos tres años

Según lo acordado, el grueso de las propuestas aceptadas por el Gobierno vizcaíno estarán destinadas a políticas relacionadas con el transporte público. 15 de los 33 millones pactados se reservan para esta área, mientras que otros 10 se suman al sistema comunitario de cuidados, otro de los pilares de la gestión foral. Habrá 5 millones extra para el impulso al primer sector, a la transición energética y al desarrollo territorial, 2 para programas de vivienda y emancipación juvenil, y 1 más para preservar el patrimonio industrial.

Aunque será este miércoles cuando el portavoz de EH Bildu comparezca para desgranar la letra pequeña del acuerdo y aclarar, por ejemplo, si pactar un gasto plurianual supone que el principal grupo de la oposición no va a votar en contra de ningún Presupuesto foral el próximo trienio, Iker Casanova se ha felicitado este martes por un acuerdo con el que considera que la coalición soberanista «maximiza» su influencia en la elaboración de unas Cuentas que los partidos que sustentan al Gobierno, PNV y PSE, podían haber aprobado en solitario porque, a diferencia de lo que ocurre en Álava y Gipuzkoa, suman la mayoría necesaria. «Hemos logrado aprobar un paquete de medidas muy importante tanto desde el punto de vista cuantitativo como cualitativo que buscan mejorar la vida de la ciudadanía de nuestro territorio», ha dicho Casanova.

La reacción ha sido similar en la Diputación. La responsable foral de Hacienda y Finanzas, Itxaso Berrojalbiz, ha aplaudido un acuerdo que «ensancha los consensos para trabajar por una Bizkaia mejor» y que «mejora las políticas públicas y aborda muchos de los grandes retos» fijados por el Gobierno vizcaíno. La condición para el pacto que fijó la diputada general, Elixabete Etxanobe, hace unos días era que las aportaciones de EH Bildu fueran en consonancia con las estrategias que tiene marcadas su equipo para el mandato, «y son objetivos alineados con ellas», ha insistido la institución.

El pacto marca el inicio de las comisiones en las que las Juntas Generales votarán entre este martes y el viernes las casi 500 enmiendas parciales presentadas por los grupos a los Presupuestos. En principio, solo se van a incluir las acordadas por PNV y PSE con EH Bildu por lo que se descartarán todas las que han planteado los otros dos grupos de la oposición, PP y Podemos.

La situación es inédita en Bizkaia porque la izquierda abertzale nunca había facilitado la aprobación de los Presupuestos de la Diputación. La decisión se encuadra dentro de un claro cambio estratégico por el que EH Bildu apuesta por el pragmatismo -al estilo de lo que hace por ejemplo en el Congreso- para intentar seguir limando la distancia que le separa del PNV en el territorio. El soberanismo tiene una base sólida en las comarcas periféricas pero sigue teniendo su asignatura pendiente en el Bilbao metropolitano y la Margen Izquierda, los grandes graneros de voto.

La Diputación también está experimentando una sensación novedosa porque desde que PNV y PSE cogobiernan juntos siempre habían sacado adelante las Cuentas sin tener en cuenta a la oposición. Fue así durante los ocho años de mandato de Rementeria y el primero de Etxanobe. La diputada general ya anunció en octubre, cuando presentó el proyecto presupuestario, que este año pretendía cambiar la tendencia. Lo hace un poco por neutralizar las críticas al «rodillo» foral y también por la necesidad de su partido de mostrar un perfil más amable en época de vacas flacas. El acuerdo con EH Bildu, «refuerza el ánimo a seguir dialogando», reconocen portavoces de la institución.