Aburto y Gil arrancan las negociaciones para pactar un Gobierno de coalición
El plan es llegar a un acuerdo antes del sábado, pero ambas partes contemplan la posibilidad de aplazarlo hasta después de la constitución del Ayuntamiento
Juan Mari Aburto y Alfonso Gil iniciaron ayer de forma oficial unas negociaciones que terminarán con el acuerdo que dibujará el futuro Gobierno de coalición ... en Bilbao. Al menos, esa es la voluntad de ambas partes. Es decir, toca continuidad. Cuatro años más de entendimiento PNV-PSE en la capital vizcaína. Lo que está por ver es el equilibrio de fuerzas y cómo se traslada al Ejecutivo el resultado de las urnas.
Las negociaciones se desarrollan más que con discreción, casi en un clima de misterio. Varias fuentes consultadas por este periódico a ambos lados de la mesa confirmaron ayer que por la tarde arrancaron de forma oficial los contactos, en los que también están implicadas las direcciones territoriales de ambas formaciones. La voluntad tanto del PNV como del PSE es evitar cualquier metedura de pata que dificulte aún más la llegada de un pacto que todo el mundo da por hecho, pero cuya materialización está costando más de lo previsto.
Hay que tener en cuenta que toda la semana pasada quedó hipotecada por el lío de Irún y las dificultades de los jeltzales a la hora de llamar al orden a su candidato en la localidad guipuzcoana. Una vez reconducida la situación y asumido el compromiso de que el nacionalista no competería con el alcalde socialista hubo vía libre para el acuerdo marco entre ambos partidos a nivel autonómico.
Salvado ese escollo, toca negociar en los distintos territorios y ayuntamientos. El compromiso es que ambas formaciones se apoyen y garanticen el gobierno de la lista más votada. En el caso de Bilbao, claramente, es el PNV de Juan Mari Aburto, que ha rozado la mayoría absoluta al subir de 13 a 14 concejales (15 es la mitad más uno). El PSE de Alfonso Gil también ha mejorado su posición de 4 a 5, arrebatando a EH Bildu la segunda posición como partido con más apoyos en la capital.
Lo que toca ahora es calcular cómo se traslada eso al Gobierno municipal. En un primer momento Aburto esgrimió su buen resultado para argumentar que en el próximo mandato necesitarían de menos apoyo de los socialistas (que ahora tienen 3 concejalías de las 15 que componen el Ejecutivo local). Algo parecido a lo que dijo ayer el PNV guipuzcoano. La diferencia es que en aquel territorio los socialistas mantienen su representación, pero aquí, en Bilbao, crecen. Así que, según la visión de los de Alfonso Gil, el tener más respaldos entre la ciudadanía les hace merecedores de más peso en la junta de Gobierno.
Es esto lo que deberán dirimir ambos partidos ahora. Ayer comenzaron a sentar las bases y tienen hasta el sábado, cuando se constituyen los ayuntamientos, para llegar a un acuerdo. Es más, desde ambas partes se quita relevancia a este plazo y aseguran que no ven ningún problema en que esta semana se vote al alcalde y se aguante hasta final de mes negociando la composición del Ejecutivo.
Los dos partidos
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PNV Tras las elecciones de mayo ha pasado de 13 a 14 concejales, con lo que se queda a uno de la mayoría absoluta.
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PSE Los socialistas también han sumado apoyos al pasar de 4 a 5 concejales y convertirse en la segunda fuerza de la ciudad, desbancando a EH Bildu.
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