El vendaval dará paso mañana a la lluvia y la caída de las temperaturas
La nueva borrasca amenaza con complicar otra vez el tiempo, que se empezará a tranquilizar a partir del lunes
IZASKUN ERRAZTI
Sábado, 4 de febrero 2017, 01:01
Llegó con retraso, pero se hizo notar. El temporal de viento que azota Euskadi desde el jueves ha guardado para esta pasada madrugada su mayor virulencia, y dejado a su paso un buen reguero de incidencias y de registros históricos, como el que recogió la estación de Orduña, con rachas de hasta 188,4 kilómetros por hora, que le convirtieron en el punto más castigado por el vendaval en toda la comunidad autónoma. Le siguieron Beluntza (133), Cerroja (123), Oiz (113) y Matxitxako (110).
Pero «lo más llamativo» de la jornada fue la fuerza del viento en zonas habitadas del oeste del País Vasco, como Páganos y Vitoria, donde se registraron picos de 113 y 107 kilómetros por hora, respectivamente, según informó el responsable meteorológico de Euskalmet, José Antonio Aranda. Hamacas, árboles, antenas parabólicas y chapas metálicas volaron por los aires en la capital alavesa, donde se cerraron al tránsito de peatones los parques de La Florida, Prado y Arriaga.
Bizkaia vivió, en general, una jornada tranquila, con desprendimientos a consecuencia del viento en la fachada de un edificio de la calle Txabarri, en Sestao, y de parte del tejado de otro inmueble de la calle Kasune, en Algorta. En Leioa, una veintena de contenedores volcaron por efecto de las intensas ráfagas, como también ocurrió en Barakaldo. Las piscinas de Orduña sufrieron algunos daños por la caída de árboles, uno de ellos sobre la cubierta del bar. Como medida de prevención, la Diputación ha suspendido todas las actividades marítimas de deporte escolar previstas para el fin de semana. El Campeonato de Bizkaia de Invierno de Aguas Tranquilas, programado para mañana en la ría de Plentzia, también deberá esperar.
Pero la relativa calma prevista para hoy se romperá de nuevo mañana, con la entrada de otra borrasca acompañada de vientos muy fuertes, primero de componente sur y después de oeste-noroeste. El resultado: lluvia, caída de las temperaturas y mar agitado, con olas por encima de los cinco metros.
Baja la cota de nieve
Según explica Aranda, la alerta se mantendrá amarilla, «aunque todavía hay incertidumbre en el diagnóstico. Depende de por donde pase la borracasca y de su profundidad». En todo caso, la intensidad máxima del viento se dará mañana en las horas centrales del día, con ráfagas del noroeste que podrían superar los 120 kilómetros por hora en zonas expuestas, especialmente en el litoral, y los 80-90 kilómetros por hora en las protegidas. Por la tarde-noche, los chubascos podrían ser tormentosos e ir acompañados de granizo. La cota de nieve rondará los 800 metros.
La situación se tranquilizará con la llegada de la nueva semana. «El lunes y el martes se vivirá una situación normal, no de buen tiempo. Viene frío del norte, chubascos y viento. El mal tiempo habitual», puntualiza la delegada en Euskadi de Aemet, Margarita Martín.