Condenan a 22 meses de cárcel a un corredor de seguros que se inventaba siniestros en Bizkaia
El hombre, que deberá pagar 14.606 euros a la aseguradora para la que trabajaba, simuló hasta 26 incidentes como roturas de cristales y otros desperfectos para cobrar las indemnizaciones
elcorreo.com
Lunes, 31 de octubre 2016, 13:46
La Audiencia Provincial de Bizkaia ha confirmado una condena de 22 meses de cárcel a un corredor de seguros que simuló la existencia de hasta 26 pequeños siniestros en distintos comercios del territorio para cobrar las cantidades pagadas por la aseguradora.
En el fallo, el tribunal rechaza el recurso del acusado y confirma en su totalidad la condena impuesta en abril de 2016 por el Juzgado de lo Penal número 3 de Bilbao por un delito continuado de estafa en concurso con un delito de falsedad en documento mercantil.
Así, además de imponerle una pena de 22 meses de cárcel, le condena al pago de una multa de seis euros al día, durante diez meses, y a indemnizar con 14.606 euros a la compañía aseguradora para la que trabajaba.
Según recogen los hechos probados de la sentencia, el inculpado, se encargaba entre sus funciones de la gestión de los expedientes de siniestros. Durante los años 2011 y 2012, el corredor percibió dinero de forma indebida de veintiséis siniestros en bares, comercios, residencias y edificios de viviendas de Bilbao, Amorebieta, Basauri, Gatika y otros municipios vizcaínos.
Roturas y facturas falsas
Así, el hombre tramitó partes de pequeños incidentes, como roturas de cristales, puertas, persianas, lavabos y otros desperfectos que nunca llegaron a producirse en esos establecimientos. En algunos de ellos, creó incluso facturas falsas por importes que atribuyó a distintas empresas de albañilería y cristalería y simuló la firma de su administrador. Tras dar traslado de todas las denuncias a su empresa aseguradora, percibió las cantidades facturadas, que ingresaba en su cuenta, en la de su mujer o en la de terceras personas.
Además, el tribunal ha considerado probado que, además de inventar accidentes, el mediador duplicó las facturas en otros casos por un importe superior al real para apropiarse de la diferencia y, por último, se quedó con el dinero abonado en siniestros que tuvieron lugar realmente. En su sentencia, la Audiencia impone también al acusado al pago de las costas del juicio.