Sin tiempo para lamerse las heridas
El RETAbet necesita reaccionar esta noche en una de las canchas más caras de la Liga Endesa, el Coliseum de un San Pablo Burgos letal
No hay tiempo ni para lamerse las heridas. Dicen los interesados que cuando toca hacerlo, porque algo ha ido mal en un partido, el mejor ... antídoto es tener que disputar otro de inmediato. Justo lo que hará el RETAbet esta noche en el Coliseum burgalés donde se cruzarán las órbitas de dos conjuntos que habitan galaxias lejanas. Los hombres de negro necesitan el nutriente básico de la victoria, pero deben ir a buscarlo a una de las canchas con la oferta más cara de la Liga Endesa.
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El San Pablo Burgos ha dejado de vivir en una nube para consolidarse como uno de esos inquilinos de la clase media-alta que lo mismo cornea a un grande que gana un título continental (BCL). Sí, mal oponente para un Bilbao Basket necesitado, desequilibrado en su juego y su roster por las bajas. Habrá que esperar hasta la rueda de calentamiento para saber si Mumbrú contará o no con Ludde Hakanson, cuya mejor versión, aún por descubrir, supondría una proyección de lo que quiere conseguir el técnico barcelonés de sus jugadores en la cancha.
Tampoco anima precisamente cómo convergen vizcaínos y burgaleses. Unos después de perder el rumbo frente a la capacidad triplista de Unicaja. Los otros pintándole la cara a domicilio al Joventut, uno de los conjuntos más operativos del campeonato. Con diez victorias ACB y la mitad de derrotas y el coliderato en el grupo de la Champions que comparte con Brindisi, Darussafaka y Oostende, la tropa de Joan Peñarroya sólo ha derramado dos lágrimas como local, una inesperada frente a Fuenlabrada y otra inevitable ante el Real Madrid. Le echó emoción para vencer a Baskonia y Murcia, por dos y cinco puntos respectivamente, y no dio opciones a Gran Canaria, Estudiantes y Manresa.
Para tener opciones esta velada, el RETAbet necesita poso, recuperar su capacidad de asustar ante un oponente que le supera en físico. No sólo del triple, aunque mucho, vivió el Unicaja en Miribilla. No hubo un valladar en la pintura que impusiera algún tipo de impuesto de paso. Superados los 'pequeños' el carril hacia el aro carecía de peaje. Peor aún, era el de aceleración por el que los Brizuela y Jaime Fernández se movieron a su antojo. Barra libre.
Llegará Aminu con solo un entrenamiento más, seguirá lógicamente verde, pero todo apunta a que será de nuevo necesario su concurso, ya que el trabajo en la pintura se acumulará en la marca sobre Kravic, Rivero -en estado de gracia el cubano- y un Ken Horton que agranda el campo y es una seria amenaza desde el perímetro. Pero el quinto clasificado no limita su potencial al cuerpo a cuerpo. Cuatro jugadores superan el 40 por ciento en eficacia triplista: Salvó, Renfroe, McFadden y Benite. Bueno, técnicamente son cinco ya que el citado Horton se queda a tres décimas de esa media desde la línea mágica.
A mejorar, impepinablemente, la solvencia de Brown cuando suple a Rousselle en el puesto de base, la implicación interior de Huskic, que Kulboka siga con la muñeca caliente, y que Jenkins y Zyskowski sean sinónimo de amenaza exterior. Y así será cada jornada.
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