El RETAbet se jugará la salvación en cinco partidos condensados en 11 días

Hay que recordar que la plantilla vizcaína lleva confinada una semana por los tres positivos detectados en el vestuario. De ahí que la ACB haya tenido que aplazar sus encuentros contra Gran Canaria, Burgos y el Fuenlabrada. Si el virus lo permite, los jugadores de Álex Mumbrú podrían volver a los entrenamientos este sábado y a partir de esa fecha dispondrían de cuatro días para trabajar y llegar con algunas horas de baloncesto a los partidos pendientes. Evidentemente, las condiciones no son ni mucho menos las mejores, pero la ACB ha definido la hoja de ruta y habrá que ajustarse a los criterios fijados por la patronal. El RETAbet estaría facultado para competir a partir del martes o el miércoles de la semana que viene. Si lo hace, en apenas 11-12 días resolvería su pelea por la supervivencia.

La ACB informó en un comunicado que la «recuperación de los partidos pendientes» se llevará a cabo entre el 10 y el 23 de mayo. Al menos el primer día de esta horquilla sería inhábil para los hombres de negro debido al confinamiento y el plazo adjudicado para los entrenamientos. La patronal avanzó también que la jornada 37 se jugará entre los días 19 y 21 de este mes, mientras que la fase regular se clausurará el domingo 23. «Próximamente se comunicará el calendario completo de todos los partidos de estas jornadas finales», expuso la asociación, que al mismo tiempo aclaró que la programación del play-off se conocerá «una vez que se concrete el número de equipos españoles clasificados para la Final Four de la Euroliga y la aprobación por parte de la FIBA de la fecha de finalización de la temporada».

El RETAbet está ante un desafío mayúsculo. No se trata solo de la falta de tiempo, que también, sino de las condiciones en las que llegará el equipo al tramo decisivo. En primer lugar, habrá que ver en qué estado físico se encuentran los tres afectados por el virus. Luego hay que tener en cuenta que los bilbaínos jugarán después de un parón de diez días, es decir, pasarán del salón de su casa a una pista de baloncesto. Y todo ello con una mochila cargada de derrotas que pesa a la plantilla.

La permanencia se ha puesto extremadamente difícil, pero lo curioso es que el Bilbao Basket depende de sí mismo. Está a dos victorias y el average del Estudiantes, que solo tiene pendiente un par de encuentros. Si los pierde, a los hombres de negro les valdría con ganar tres de los cinco duelos para salvarse. Pero primero hay que jugar. Cualquier otro brote volvería a dinamitar el calendario, cogido con pinzas para encajar todas las fechas.